10/9/25

EVANGELIO JUEVES 11-09-2025 SAN LUCAS 6 27-38 XXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

                        Es palabra del Señor

REFLEXION

En este evangelio Jesús nos exige tener un comportamiento determinado en nuestras relaciones con las demás personas, con todas las personas: amar, tratar bien a los que no nos quieren, sonreír y bendecir a los que hablan mal de nosotras, ayudar al que no quiso echarnos una mano en nuestros apuros, dar sin medir lo que damos… y un largo código de normas a cuál más difícil de cumplir de manera constante, a lo largo de nuestra vida.

Creo que Jesús quiso llamar nuestra atención de una manera fuerte y exigente para que esto nos choque, nos interpele, y nos haga ver la necesidad de comentar con nuestra comunidad, con otra gente, todo esto, para encontrar entre todos, una manera practica de incorporarlo a nuestra vida, a nuestra actitud general de relacionarnos, y no como unas normas a cumplir, que terminarían angustiándonos porque no las cumplimos.

No, pienso que están dichas para confiar y descubrir mejor cómo es Dios. Y al sentirnos hijos de un Dios así, nos sintamos atraídos por su corazón misericordioso y eso vaya calando en nuestro corazón.

En segundo lugar, tiene, me parece, este texto de Jesús en su conjunto, una internacionalidad de sacarnos de un concepto individualista del perdón que tan arraigado tenemos todos. Su propuesta es una dinámica nueva para cambiar la lógica del mal. La lógica de la desigualdad que no crea hermanos, la lógica de la acumulación que crea pobreza, la lógica del premio-castigo que crea hipocresía, la lógica del ojo por ojo que crea odio, la lógica de buenos y malos que crea intolerancia. Estas lógicas son malas porque crean injusticia que hace sufrir a la gente.

Jesús se dirige a los cristianos, sobre todo a los que sufren en sus carnes la injusticia, la muerte y el desprecio de los poderosos, para que hagan entre ellos lo contrario de lo que les hacen a ellos, perdonándose sus deudas, compartiendo lo que se tiene con generosidad; esto es creando unas relaciones o sistema económico basado más en el reparto y la igualdad, poniendo por encima de las leyes el bien de las personas más desprotegidas, solucionando los conflictos hablando, poniéndose en el lugar del otro, buscando con sinceridad la justicia y el bien común.

En definitiva, creando todo un sistema de relaciones personales y sociales alternativas, que vaya socavando la lógica del sistema de opresión, y exclusión deshumana del poder.

Hna. Mari Cruz OP

Hna. Mari Cruz OP
Dominica de la Anunciata

Nací en Torrelavega (Cantabria) y estudié en Las Hijas de la Caridad. Fui a la Universidad de Oviedo a estudiar Químicas y allí conocí a las Dominicas de la Anunciata. Ingresé en la Congregación y después de los estudios de formación y de teología en Madrid y tras terminar la carrera, vine a vivir a Renteria- Galtzaraborda, a un barrio obrero, con otras hermanas, donde sigo. He dado clases en el colegio de la Anunciata de Pasajes compaginándolo con la vida y misión de la comunidad de la Parroquia de Galtzaraborda. Al principio trabajé con jóvenes, y siempre en Caritas en Acogida a emigrantes y Acompañamiento a personas presas. Disfruto con el mar, el monte y las personas. Soy muy feliz y he aprendido del Evangelio y de las personas con las que he convivido, lo que soy se lo debo a todos.