31/10/22

1° DE NOVIEMBRE : DIA DE TODOS LOS SANTOS

 






Cada año, con la fiesta que celebramos hoy, se nos ofrece la oportunidad para reflexionar sobre la santidad. ¿Qué significa ser santo? ¿Es algo estridente para unos una especie de casta selecta? ¿O acaso no es una parte esencial de la vocación cristiana? San Pablo usa el término santo para referirse a los cristianos de Corinto y de Éfeso al inicio de sus cartas. El pueblo cristiano es «un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios» (1Pe 2,9a).

Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar en la santidad desde tres perspectivas, que están todas presentes en la lectura del Apocalipsis y son después desarrolladas por las demás. En primer lugar, la necesidad de hacer una elección. Debemos elegir si queremos llevar una vida acorde con el Evangelio o si por el contrario lo haremos siguiendo los valores del mundo. No es una elección fácil porque las consecuencias de dicha elección no son siempre agradables. En segundo lugar, la relación entre la liturgia celeste y la terrena. Toda cultura tiene sus liturgias propias. Algunas pueden estar en armonía con el Evangelio, pero las que no lo están nos alejan del centro de nuestra fe. Debemos elegir de cuál liturgia queremos participar, porque de dicha decisión depende nuestra futura participación en la liturgia celeste. Por último, el tema de la fidelidad, que nos puede ayudar a repensar la santidad más allá de ciertas visiones viciadas.

Fr. Antonio Rafael Medialdea Villalba O.P.Convento de Santo Tomás de Aquino - Angelicum (Roma)


EVANGELIO MARTES 01-11-2022 SAN MATEO 5, 1-12a XXXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

                                   Es palabra de Dios

REFLEXION

 El evangelio de esta fiesta es ya proverbial; se trata de las bienaventuranzas de Mateo, cuyo texto, además, tiene la solemnidad de una proclamación, sobre un monte (de ahí el Sermón de la Montaña en que está contextualizado), y para toda la multitud, como sería la multitud incontable del texto de Apocalipsis ( primera lectura). Es la carta magna del discipulado, de la vida cristiana, del seguimiento de Jesús, de la salvación futura. Las bienaventuranzas son creativas, no cuantitativas. Son los puntos más determinantes con los cuales Jesús ha pretendido una nueva humanidad, un nuevo pueblo. No se trata de proponer algo exótico, mágico o taumatúrgico, sino algo bien humano. No obstante, es verdad que se plantea un auténtico esfuerzo por conquistar la gloria, la libertad y la paz. Se propone la pobreza que libera el corazón de muchas ataduras, la misericordia que introduce en las relaciones humanas la benevolencia y el perdón, la limpieza de corazón para juzgar y ser juzgados, la lucha por la justicia, porque Dios es justo. Se proclaman bienaventurados por haber elegido lo que el mundo no elige, simplemente porque odia; por haberse decidido por el sentido mejor de la vida. Se trata de una posibilidad de santidad que se debe vivir ya desde ahora, aquí en nuestra historia; no queda para después de que todo haya acabado.

 Se ha insistido mucho en los aspectos literarios y exegéticos de las bienaventuranzas de Mateo (5,1-12) y de Lucas (6,20-22) sobre el tenor original, es decir, aquellas que están más cerca de las palabras de Jesús. Sin duda, todo tiene su sentido, pero quedan muchas preguntas sobre la mesa, porque se permiten diferentes interpretaciones. El texto original que se tomó del texto de Q (sea simplemente Documento o Evangelio como algunos defienden hoy) podría estar bien representado en Lucas, pero no es algo absoluto. Sabemos que las bienaventuranzas tienen un ámbito muy coherente en la literatura sapiencial, la que enseña a vivir, a comportarse, a elegir lo que da o no da sentido a la vida. La propuesta de Jesús, por lo tanto, no está lejos de este contexto sapiencial: con las bienaventuranzas Jesús quiere proclamar el Reino de Dios y quiere enseñar a vivir en ese Reino al que dedica su vida. Son expresiones que nos muestran a un Jesús “profeta escatológico” (no necesariamente apocalíptico), que quería anunciar lo que debería cambiar esta historia.

 Algunos especialistas han hecho una traducción sobre las bienaventuranzas en las que siempre es determinante el verbo “elegir”. Considero que puede ser discutible, pero es esclarecedor. Eso significa que proclamar bienaventurado (makários) a alguien no es porque sí, por su cara bonita, porque es un desgraciado o porque es o ha nacido en esta o aquella situación. En las bienaventuranzas, por su tono sapiencial, son muy importante las opciones: elegir ser pobre y no rico en este mundo; elegir la justicia y no otra cosa; elegir la paz. Aquí están representados los valores del reino, los valores de la vida ante Dios. Esto, independientemente de las bienaventuranzas auténticas de Jesús o las añadidas por la tradición catequética de la comunidad de Mateo. Es verdad que el término “elegir” no está en el texto, pero lo implica necesariamente. ¿Por qué? Porque no se trata de una proclamación sin contar con la voluntad soberana del hombre que vive y hace la historia.

 Un factor muy importante de lectura e interpretación sería hacer el intento de traducir a un lenguaje de hoy el texto de las bienaventuranzas; teniendo en cuenta ese sentido sapiencial del que hemos hablado y esa “opción” o “elección” que hemos planteado como necesaria. Debemos conservar las palabras del evangelio, de Mateo o de Lucas, si es posible en su tenor y en su sentido original. Pero hoy debemos enriquecer nuestra comprensión de las mismas con el “espíritu” que emana de ellas. Es como cuando hemos vivido y atravesado un puente romano durante todo la vida, pero ahora, sin destruir ese puente, porque la ciudad ha crecido, hacemos uno nuevo, con tecnología punta. Subsisten los dos, pero quizás por el romano no pueden pasar todos los vehículos pesados de hoy. Los limpios de corazón, por ejemplo, son dichosos porque están abiertos a los demás y los valoran como hijos de Dios. Es decir, seamos creativos y proféticos al interpretar las bienaventuranzas del Reino.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

30/10/22

EVANGELIO LUNES 31-10-2022 SAN LUCAS 14, 12-14 XXXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo a uno a de los principales fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

                                           Es palabra de Dios

REFLEXION

Hemos podido leer y reflexionar las distintas parábolas del Reino y todas ellas insisten en la necesidad de salir de sí mismo para buscar al hermano que estaba perdido, al que no cuenta en nuestra sociedad ni en nuestra familia o “amigos”, al que “no cumple”. La búsqueda y construcción del Reino de Dios ha de hacernos salir de nuestras seguridades y animarnos a entrar en las sendas estrechas por las que Cristo sigue caminando hacia la Cruz. Nadie nos lo va a agradecer quizá. Al revés: nos criticarán y tratarán de descartarnos por ir precisamente en ayuda y defensa de quienes están en nuestros márgenes de corrección y, como dice el Evangelio, de retribución.

Y darnos cuenta de que cuando el Señor nos habla de recompensa en la “resurrección de los justos” se está refiriendo no al final de los tiempos solamente. Con la Resurrección de Cristo, somos ya “hombres resucitados” desde el bautismo: sacerdotes, profetas y reyes que formamos el Pueblo de Dios, porque nos ha elegido personalmente a cada uno no para nuestro exclusivo beneficio de felicidad sino para precisamente para invitar a los que nada tienen, pero que esperan, nos esperan.

“La Iglesia, reunión de liberados, de perdonados [...] no es una sala de espera donde están juntos quienes han recibido la entrada gratis para el cielo, sino un pueblo en camino hacia el Reino [...]

Quizás hoy la Iglesia está llamada a llevar a cabo esta tarea comprometida: hacer caminar a la gente. Pero es necesario, ante todo, que nosotros demostremos que somos capaces de caminar [...] Hemos permanecido demasiado tiempo recostados sobre las almohadas de la verdad tenida como posesión [...]

Mientras tanto el mundo camina cada día más de prisa, pero no adelanta. Porque nosotros no caminamos. [---] El Reino no se ha hecho para gente que se mantiene a la espera, sino para tipos que se han decidido a ponerse en camino”

(Alessandro Pronzato, “Cansados de no caminar”)

D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.
Fraternidad “Amigos de Dios” de Bormujos (Sevilla)


29/10/22

DOMINGO 30 DE OCTUBRE : TRIGESIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 





Cuando Jesús acepta la invitación de Zaqueo para cenar en su casa la gente exclama escandalizada: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador! En realidad tienen razón, porque Zaqueo es publicano y pecador. Mas hospedándose en su casa, Jesús le ofrece amistad, un gesto que Zaqueo sorprendido y agradecido, acepta con gozo. El desenlace de esta historia manifiesta claramente los reducidos límites hasta donde llega nuestro conocimiento del corazón humano. Con frecuencia nos quedamos en la superficie, sin alcanzar a vislumbrar la capacidad de tranformación que puede tener lugar bajo el impulso de la gracia.

Por eso es necesario apostar siempre a favor de la bondad oculta en el fondo del corazón humano, compartir el optimismo divino por el hombre, incluso cuando èste parezca haber perdido la confianza en sì mismo: Tú con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor que amas la vida (Sab 11,26) . Todas las criaturas poseen un rayo de luz y de amor oculto bajo la capa de miseria y de pecado. Dios puede transformar esa pequeña semilla:Entonces dijo el que estaba sentado en el trono: Mira que hago un mundo nuevo (Ap 21,5) La historia de Zaqueo es un buen ejemplo de todo esto.

Fr. Pedro Luis González González
Convento del Santísimo Rosario (Madrid)

EVANGELIO DOMINGO 30-10-2022 SAN LUCAS 19, 1-10 XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 




En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

                                                       Es palabra de Dios

REFLEXION

 El relato de Zaqueo es otro de esos episodios de Lucas que no tiene desperdicio. Es tan logrado, a todos los niveles, que habría que leerlo varias veces y cada una de ellas nos encontraríamos con matices que podría dar para una reflexión. No es un relato histórico. simplemente porque Jesús “tenía” que pasar por allí para ir a Jerusalén. Pero el que sea en la frontera de esta ciudad milenaria es un marco digno de consideración, porque la salvación llega hasta los confines de la tierra. Se enfrentan dos personajes… pero no solamente eso. También hay gente que está a la expectativa de qué hará Jesús. Aunque Jesús parece que no hace nada más que invitarse a casa de un “pecador”, tendrá la última palabra. Con esto está dicho todo. Zaqueo es un pecador para los puritanos, para los de religión legal. Para Jesús, y sin duda para Lucas, es un “rico”. Pero ¿también de los ricos es el Reino de los cielos? He aquí la gran cuestión de este episodio. Si los ricos renuncian a ello (dando la mitad de los bienes a los pobres y haciéndose como la gran mayoría de la gente) entonces sí.

 Los bienpensantes de siempre especulaban que si Jesús entraba a casa de un publican, se contaminaba, ya que los publicanos trataban con las autoridades romanas que les concedían los privilegios de recolectores de impuestos. Pero para Lucas Jesús va buscando el verdadero “pecado”: haber acumulado riquezas y poder a costa de los otros. Y es eso lo que debe cambiar Zaqueo. No tiene por qué renunciar a ser colector de impuestos, ni a tratar con los paganos, los romanos, sino a no hacerse poderoso con las riquezas injustas. El tema es muy querido para Lucas, como sabemos. Y eso, sin duda, porque en su comunidad debía ser una cuestión puesta sobre la mesa de cómo se puede ser un buen seguidor de Jesús en este mundo donde hay riquezas y todo lo que ello conlleva.

 El narrador de este episodio nos muestra su maestría literaria, pero la instancia narrativa va mucho más allá de lo que podíamos esperar. El que ponga en labios de Jesús elementos que son muy característicos de su teología centra con precisión las perspectivas globales de su obra evangélica: mostrar a Jesús como profeta y salvador. El que seleccione sus informaciones es un indicio de buen narrador; insinúa las cosas y aunque no describa la psicología teológica de la conversión de Zaqueo no significa que no haya llegado hasta el fondo de las cosas: está, justamente, en la decisión de dar la mitad a los pobres. Esto no es signo de liberalidad solamente, sino de justicia. No pretende Lucas presentar a Zaqueo simplemente como un hombre desprendido o magnánimo (porque antes del encuentro con Jesús no lo había sido), sino como un convertido a la causa del Reino. También aquí las insinuaciones se transparentan: en la casa han hablado a fondo Jesús y Zaqueo, porque que rían conocerse mutuamente. Esta es, pues, una propuesta para los ricos (no para dirigirlos espiritualmente), aunque la conversión también se apoya, y mucho, en la magnanimidad, precisamente la que no muestran los con­troladores ortodoxos de los pecadores. Es un relato de grandes iniciativas: Zaqueo que quiere conocer a Jesús; Jesús que busca a Zaqueo; Zaqueo que renuncia a ser rico (sic: porque no de otra manera se ha de entender ofrecer la mitad de los bienes a los pobres, y restituir la injusticia) y, finalmente, Jesús (y desde luego Lucas está detrás), que le muestra que ese es el camino de la salvación.

 En el texto, los ricos y los poderosos se sienten aludidos hic et nunc. Y sabemos que Lucas quiere reconciliar a gente rica y poderosa con el mensaje cristiano y con las exigencias del Reino desde algo que esté de acuerdo con la exigencia social propia de su situación. El sentido práctico de lo que pide no puede obviarse con interpretaciones o escapatorias que no lleven a una praxis determinada. Lu­cas lo ha dejado bien sentado en su obra: la riqueza es muy peligrosa para vivir en cristiano, por injusta, como en el caso de Zaqueo, y porque los pobres no podrán nunca salir de su condición si no cambian las situaciones sociales, o mejor dicho, si los ricos no invierten «la mitad» de sus riquezas en los pobres. Esa es la forma en que los ricos se convierten y la manera en que hacen justicia con los que no conocen ya después de haberles exaccionado. Eso significa, asimismo, que Lucas mantiene un debate crítico con los ricos: su afán de dinero (philargyría) y su codicia (pleonexía), como le sucede a los fariseos (Lc 16,14), es la causa de su pecado, no el que traten con paganos y pecadores; de ahí que su con versión está adecuada a la de un hombre rico, porque cada uno debe tener la suya, según su historia y el sentido de su vida.

 Es una propuesta a nivel de la comunidad, o de personas concretas, de la que hay que extraer consecuencias inmediatas de alcance social; a posteriori debe tener reflejo en la sociedad que nos ha tocado vivir en el mundo de hoy, como es en el caso de los pue blos del Tercer Mundo y de su deuda externa frente a los países ricos y poderosos. Lucas debe tener claro que en la comunidad cristiana no puede haber desequilibrios y que los ricos y pudientes de ben compartir sus bienes como una exigencia de conversión verdadera. Esto significa, pues, que cuando Lucas se propone describir el tiempo nuevo como un tiempo de salvación, en esta historia, esa salvación se hace efectiva para él, para aquella casa, para aquella familia o para aquella comunidad, por la praxis de la justicia como ética de verdadera solidaridad.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

28/10/22

29 DE OCTUBRE : SAN JOAQUIN ROYO

 





Fraile dominico que se embarcó a Filipinas como misionero y después fue enviado a China donde permaneción durante treinta años, con una vida errante y clandestina, acompañando a los cristianos chinos hasta que fue descubierto por las autoridades y martirizado

 

El día 3 de octubre de 1691, los esposos Joaquín Royo y Mariana Pérez llevaban a bautizar a su hijo recién nacido, al que le impusieron el nombre del padre. La iglesia parroquial de Hinojosa de Jarque (Teruel) fue escenario de la entrada de Joaquín Royo Pérez en la Iglesia de Jesucristo, a quien dedicó toda su vida y por quien daría hasta su última gota de sangre.

A los dieciocho años dio una respuesta clara a lo que desde niño sentía como una llamada de Dios: ser religioso, sacerdote, misionero. En 1709 se dirigió al convento de los dominicos de Nuestra Señora del Pilar en Valencia, en el que pocos meses después tomaría el hábito de la Orden de Predicadores. En el corto tiempo que estuvo en su convento, noviciado y primeros estudios eclesiásticos, dio muestras de una vida llena de Dios, que se manifestaba en la oración, en la vida común y en sus crecientes deseos de ser enviado a tierras de misión en el Extremo Oriente.

El día 17 de septiembre de 1712 zarpaba rumbo a Filipinas, en compañía de San Pedro Mártir Sans, que sería obispo y compartiría la palma del martirio, y otros profesos dominicos que continuaron su formación eclesiástica durante la larga travesía marítima y la terminaron en Manila.

Después de su ordenación sacerdotal, fray Joaquín Royo fue destinado a las misiones de China, hacia donde partió en junio de 1715. Tras una breve estancia en Macao, llegaba a su misión: Fogan. No lejos de Amoi, la populosa ciudad de Chuen-Cheu, fue el primer destino del joven misionero. Allí pudo comprobar lo abundante que era la mies, y lo escaso de sus fuerzas. Y buscó en la oración la fuerza sobrenatural sin la cual nada podía. El ejemplo de su virtud, la entrega incondicional a hacer el bien a todos y su celo apostólico hicieron lo demás: conversiones de miles de paganos que daban la espalda a los ídolos y comenzaban una nueva vida de cara al único Dios y a su enviado, Jesucristo.

Las provincias de Kiang-Si y Che-Kiang estaban desatendidas desde la expulsión de los misioneros. Y allí fue enviado fray Joaquín Royo en 1717. Los viejos cristianos, que tanto deseaban la asistencia espiritual del misionero, celebraron con entusiasmo la llegada del padre Royo, y le animaron a conquistar para Cristo a muchos de sus paisanos. Allí permaneció hasta 1722, año en que fue nombrado vicario provincial de Fukien, cuando la persecución de todo lo que llevara el nombre de cristiano estaba llegando a entremos preocupantes.

Desde su llegada a la misión de Ki-Tung, fray Joaquín Royo tuvo que llevar una vida errante, en continuo peligro, escondiéndose como un malhechor. Siguiendo el consejo de los cristianos de Ki-Tung, el vicario provincial se escondía en desvanes, en alacenas, incluso en sepulcros vacíos del cementerio, de donde salía por la noche para ejercer el ministerio clandestinamente. Para las fiestas de Navidad de 1745, disfrazado de campesino chino, volvió a la misión y se alojó en casa de dos terciarias dominicas, Rosa y Juliana. Desde allí, con toda precaución, podía administrar lo sacramentos, catequizar, animar a los cristianos abatidos, informarse del estado de los misioneros, de los que era responsable, como vicario provincial. En una pesquisa que los soldados llevaron a cabo en la casa de Rosa y Juliana estuvo a punto de ser descubierto, pero logró escapar y esconderse entre dos tabiques. Allí fue descubierto por los soldados que derribaron toda la casa.

Atado con una soga al cuello, lo condujeron al capitán, a quien, respondiendo a sus preguntas, le dijo con toda serenidad que tenía cincuenta y cuatro años, de los que treinta y uno había estado en China, a donde había ido a predicar la ley de Dios.

Fue llevado a la cárcel. La oración, que había sido durante toda su vida la fuerza de su existencia, lo fue con mayor razón en la dura prisión, en la que sufrió en propia carne los famosos martirios chinos, hasta su muerte.

El día 28 de octubre de 1748, terminó su peregrinación por este mundo de la manera más cruel. Estando echado en el suelo, le taparon la cara con una pasta compuesta de papel, huevos y aguardiente, que le taponaba completamente la boca y la nariz. Un testigo relata el final: “Tiramos sobre su cara un saco de cal, nos pusimos de pie sobre su cuerpo, y sólo pudo dar seis palpitaciones. Así expiró”. Su cuerpo fue quemado el día 29 de octubre, y los restos, arrojados al osario de los malhechores. Cuando fue posible, cristianos valerosos se hicieron con las venerables reliquias del mártir aragonés.

La beatificación solemne de Joaquín Royo y otros mártires dominicos la presidió León XIII el 14 de mayo de 1893. Y Juan Pablo II, en una de las más emotivas celebraciones -no exenta de polémica- del Jubileo del Año 2000, el 1 de octubre canonizaba a ciento veinte mártires de China, entre quienes estaba San Joaquín Royo, el protomártir de China, San Francisco Fernández de Capillas y otros misioneros y cristianos chinos.

Fr. José A. Mártinez Puche O.P.

exto tomado de: Martínez Puche, José A. (director),

EVANGELIO SABADO 29-10-2022 SAN LUCAS 14, 1,7-11 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros
puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga:
«Cédele el puesto a este”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
“Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido».

                                       Es palabra de Dios

REFLEXION

Jesús observa en un banquete la actitud de los fariseos buscando, para sí mismos, los primeros puestos, el afán de ser vistos por la gente, el deseo de aparentar, el querer darse importancia, el deseo de figurar por encima de los demás; que revela una cierta manera de entender la vida y las relaciones humanas.

Toda una forma de entender y plantear la vida que sigue presente entre nosotros en la búsqueda de prestigio social, en cierto estilo o clase en el vestir... una marca de automóvil… en ciertos hábitos mundanos. Que nos dan cierta ¨superioridad¨ sobre los demás y hace que para el mundo los hombres no seamos iguales de hecho.

Jesús cuestiona los valores en que vive la sociedad y propone unos valores diferentes.

La alternativa cristiana es renunciar al deseo de quedar por encima de los demás y ser capaz de ponerte a servir. Frente al enaltecimiento, la capacidad de servir es la que nos ubica mejor, en las relaciones humanas; servicio prestado desde la humildad.

«El que sirve a los demás y vive sin honores ejerce la verdadera autoridad en la Iglesia. Jesús nos invita a cambiar de mentalidad y a pasar del afán del poder al gozo de desaparecer y servir; a erradicar el instinto de dominio sobre los demás y vivir la virtud de la humildad.»

(Homilía de S.S. Francisco, 18 de octubre de 2015).

Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.
Convento de S. Valentín de Berrio Ochoa (Villava)

27/10/22

28 DE OCTUBRE : SAN SIMON Y SAN JUDAS TADEO

 





La Iglesia festeja a estos dos santos el mismo día porque ambos fueron apóstoles de Cristo y testigos de su resurrección, predicaron el Evangelio en Egipto y en Masopotamia y juntos sufrieron el martirio

 

San Simón

Aparece en las listas de los Apóstoles junto con San Judas. En la de Marcos y Mateo aparece primero Judas y luego Simón, y en la de Lucas y Hechos, primero Simón y luego Judas. La liturgia romana celebra conjuntamente, el día 28 de octubre, la festividad de ambos apóstoles.

El único dato cierto respecto de Simón es que es uno de los Doce Apóstoles elegidos por Jesucristo para que estuvie¬ran con él y para enviarlos a predicar (Mc 3, 13). En las listas de Marcos y Mateo aparece, al final de las mismas, después de Judas Tadeo y antes de Judas Iscariote; con el apelativo «el ca¬naneo» (Mc 3, 18; Mt 10, 4). En las de Lucas y Hechos aparece mencionado después de Santiago el de Alfeo y antes de Judas de Santiago; con el apelativo «el zelota» (Lc 6, 15; Hch 1, 13).

El «cananeo» de Mc 3, 13 y Mt 10, 4 y el »zelota» de Lc 6, 15 y Hch 1, 13, son diversas traducciones del mismo término arameo que'na'. Este término no significa habitante de Canaán (como en Mt 15, 22) sino «zelota», celoso, como traducen Lucas y Hechos. [Aunque] Difícilmente se puede concluir de la denominación de Simón como «zelota» que lo fuese en el sentido revolucionario socio-político del movimiento zelota. El término podría también interpretarse en sentido religioso: celoso por la ley y las prácticas del culto mosaico. Con este sentido se lo aplica a sí mismo San Pablo: celoso por las tradiciones paternas» (Ga 1, 14), «lleno de Celo por Dios» (Hch 22, 3). Simón podría haber sido un judío celoso por la ley y las tradiciones judaicas, celo que después transformó en ardiente celo por el Reino predicado por Jesucristo.

Nada sabemos con seguridad sobre en qué lugares predicó el Evangelio y el final de su vida. Según una tadición abisinia habría predicado en Samaria y habría sido después obispo de Jerusalén. Según la tradición recogida en el Breviario Romano habría predicado en Egipto, luego en Mesopotamia y Persia, junto con San Judas apóstol, donde habría sufrido el martirio, Murió según unos crucificado, según otros habría sufrido el martirio de la sierra. De una y otra forma lo representan las antiguas reproducciones iconográficas. La iglesia griega y copta celebran su fiesta el 10 de mayo.
Refiere la leyenda que los templos de la ciudad de Suamir estaban poblados de ídolos. Simón y Judas fueron apresados: el primero fue conducido al templo del Sol, el segundo al de la Luna, con el fin de que les prestasen adoración. Pero ante la presencia de los apóstoles de Cristo los ídolos se derrumbaron estrepitosamente. De sus deshechas figuras salieron, gritando rabiosamente, los demonios en forma de etíopes. Los sacerdotes paganos despedazaron a los apóstoles. El azul del cielo enluteció y una tempestad hizo perecer a una gran multitud de gentiles. El rey, convertido al cristianismo, levantó un suntuoso templo, donde reposaron los cuerpos de los santos apóstoles hasta que fueron trasladados a la Basílica de San Pedro de Roma.

San Judas Tadeo

En las listas de los Doce Apóstoles aparece: en la de Marcos y Mateo después de Santiago de Alfeo y antes de Simón el Cananeo, en ambos con el nombre de «Tadeo» (Mc 3, 18; Mt 10, 3). En la de Lucas después de Simón el Zelota y antes de Judas Iscariote (Le 6, 16) y en la de Hechos después de Simón el Zelota y cierra la lista, una vez que quedó excluido Judas el traidor (Hch 1, 13); en ambas denominado Judas de Santiago. La denominación «Tadeo» en Marcos y Mateo y la «Judas de Santiago» en Lucas y Hechos pretenden, sin duda, distinguirlo de Judas Iscariote.

San Juan refiere el único episodio evangélico en que interviene Judas (14, 22). Explicando Cristo, en la noche de la Cena, a sus discípulos que quien guarda sus mandamientos es quien realmente le ama y que él a su vez le amará y se manífestará a él, Judas, en un acto de amor al prójimo, le interrumpe con la pregunta: «¿Cómo es que tienes que manifestarte a nosotros y no al mundo?». Cristo le responde que quien le ama a él, será amado por el Padre y que el Padre y él harán morada en el que le ama. Judas tal vez pensaba en una manifestación esplendorosa que asombrara al mundo. Cristo en cambio en la que se realiza por la fe y comunión con Cristo. En la actitud de Judas puede verse grandeza de corazón y celo apostólico. Algunos códices de la antigua versión latina lo denominan Judas «zelota» o «celante», el apelativo que todas las listas atribuyen al apóstol Simón.

A Judas se atribuye la breve y última de las Cartas Apostólicas. ¿Fue él realmente el autor de la misma? Así lo creyó la antigua tradición y continúan afirmándolo exegetas de nuestros días. Pero el autor de la carta se presenta como «Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago» (v. 1). Éste no puede ser otro que Santiago el Menor, obispo de Jerusalén, conocido como «hermano» del Señor, muerto hacia el año 62 y cuya relevante personalidad deja entrever San Pablo (Ga 1, 19; 2, 9; 1 Co 15, 7). La misma carta sugiere que su autor no está entre los Doce: en el saludo no reivindica el titulo de apóstol, sino que se presenta de un modo más general como «siervo de Jesucristo». La carta atribuida a Judas es «una carta breve, pero penetrada toda ella de divina sabiduría» (Orígenes). Pretende poner en guardia frente a quienes ponen en peligro la integridad de la fe e inducen a actitudes libertinas.

Sobre su actividad apostólica, Nicéforo Calixto dice que Predicó en varias regiones de Palestina (Judea, Galilea, Samaria, Idumea), después en las ciudades de Arabia, en todo el territorio de Siria y Mesopotamia y, por último, en Edesa donde murió (Ecclesiasticae Ilistoriae, II, XL:PG 145, 864 ss.). La tradición recogida en los martirologios romanos, el de Beda y el de Ación, y a través de San Jerónimo y San Isidoro, San Judas y San Simón fueron martirizados en Persia. También el Breviario Romano dice que evangelizó Mesopotamia y Persia y que murió mártir. Reliquias de San Judas se veneran en Reims y Toulouse, en Francia. A propósito de San Simón hemos referido la leyenda que une los destinos finales de ambos.

La liturgia latina celebra su fiesta conjuntamente con la de San Simón Tadeo, el día 28 de octubre. La Iglesia griega celebra la fiesta de San Judas el día 18 de junio. Se le venera en Austria y sobre todo en Polonia. También en España y en América Latina goza del favor de cierta religiosidad popular.

Gabriel Pérez Rodríguez

Texto tomado de: Martínez Puche, José A. (director),

EVANGELIO VIERNES 28-10-2022 SAN LUCAS 6, 12-19 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

                                             Es palabra de Dios

REFLEXION

En el evangelio, vemos tres aspectos fundamentales: la oración, la elección y la misión.

Vemos a Jesús orando, como parte esencial de su vida. Antes de tomar una decisión importante como es elegir a los apóstoles, pasa toda la noche en oración al Padre. Es el diálogo continuo y personal con Dios, lo que le da a Jesús la capacidad de continuar cada paso en su misión. ¿Cómo es tu oración? ¿Cómo tomas las decisiones más importantes de tu vida? A la hora de tomar una decisión, solemos preguntar a nuestros familiares y amigos qué podemos hacer, pensamos mucho, y en ocasiones perdemos la paz porque tememos equivocarnos, huimos del fracaso y nos da miedo la posibilidad de perder. Sin embargo, a veces nos olvidamos de acudir a Dios, no para pedir que todo salga bien, según nuestros ideales, si no para hacer su voluntad y aceptar con paz cada acontecimiento de la vida.

Después de pasar la noche orando, Jesús elige a los apóstoles. La elección del Señor sobre sus discípulos es un momento muy importante, porque cada uno de ellos es escogido por Él, llamados a ser otro Cristo en la tierra. Así es como nos elige también el Señor a nosotros, nos llama por nuestro nombre, conoce lo profundo del corazón y ama incluso aquello que no aceptamos de nosotros mismos. Él nos conoce, y porque nos conoce nos elige. Sabe que desde lo que somos, desde el barro del que hemos sido creados, podemos ofrecer a los que nos rodean un testimonio vivo de lo que Cristo hace en nuestra vida.

Y, por último, Jesús baja del monte con sus discípulos y continúa su misión, que es rescatar y curar a los enfermos, no sólo de cuerpo sino también de espíritu. Dice el evangelista, que “la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos”. Esta fuerza no es otra que el Espíritu de Dios, que reside en el corazón de Cristo, por medio del Espíritu Santo. ¿No es ésta también nuestra misión? Curar a los enfermos de nuestra sociedad, sedientos de amor y verdad, sedientos de vida. Dejémonos transformar por Dios, para que nuestra vida sea un reflejo de la gloria del Padre, que salga de nosotros esa fuerza que nos da Cristo para tender la mano al hermano necesitado, y la vez que sanamos a los demás, nosotros también somos rescatados del egoísmo, de la autosuficiencia, de una fe vacía. Que el amor de Cristo renueve todo nuestro ser, para ser apóstoles de la Verdad, que san Simón y Judas Tadeo intercedan por nosotros y sepamos dar al mundo lo único y lo mejor que tenemos: Cristo Resucitado.

Sor Mihaela María Rodríguez Vera O.P.
Monasterio de Santa Ana de Murcia

26/10/22

27 DE OCTUBRE : BEATO BARTOLOME DE VICENZA

 




Fraile dominico del siglo XIII, tomó el hábito de manos de Santo Domingo. Profesor de Sagrada Escritura y predicador y pacificador de Lombardía y Emilia. Teólogo del papa Gregorio IX, asistiendo al Concilio de Lyon, acabó siendo nombreado obispo de Vicenza

 

Bartolomé nació en Vicenza (Venecia, Italia) a principios del s. XIII y, siendo estudiante en Padua, entró en la Orden, recibiendo el hábito de manos de santo Domingo en Bolonia. Inicialmente fue profesor de sagrada Escritura, pero más tarde fue predicador y pacificador en las regiones de Lombardía y Emilia, fundando la Milicia de Jesucristo para la defensa de la fe católica y libertad de la Iglesia. Fue religioso de gran discreción y rectitud, que evangelizó con su ejemplo, sermones y escritos. Era teólogo consejero del papa Gregorio IX, asistiendo al concilio de Lyon y el año 1253 fue nombrado por el papa Inocencio IV obispo de Limasol (Chipre) y en 1255 de su ciudad, Vicenza, donde fundó el convento e iglesia dedicada a La Corona de Espinas del Señor. Él tuvo la homilía en la segunda traslación del cuerpo de santo Domingo en 1267. Murió en Vicenza en 1270 después del 20 de octubre, y su cuerpo se venera en la iglesia de La Santa Corona. Su culto fue confirmado en 1793.

Del Común de pastores: para un obispo.

Oración colecta
Oh Dios, que hiciste del beato Bartolomé
un apóstol admirable
para llevar la luz de la verdad a los extraviados
y la paz y concordia entre los pueblos;
concédenos, por su piadosa intercesión,
que nuestro corazón y pensamientos
mantengan en Cristo Jesús esa paz que tú das
y que supera todo deseo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.

Liturgia de las Horas. Propio O.P.

EVANGELIO JUEVES 27-10-2022 SAN LUCAS 13, 31-35 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús:
«Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Jesús les dijo:
«Id y decid a ese zorro: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada.
Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”».

                                              Es palabra de Dios

REFLEXION

La intención de algunos fariseos, que nos dice el texto sagrado, se acercaron a Jesús diciéndole: “Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte”, parece ser bien intencionada, pero nada acorde con el plan de la salvación. Ellos, como Pedro que reacciona ante el anuncio de Jesús de lo que va a padecer en Jerusalén, invitando a Jesús a apartar de sí todos esos malos augurios, se dejan llevar por los criterios humanos (defensa de la propia vida) y se alejan de los de Dios (entregar la vida por amor).

La respuesta de Jesús es clara: Id y decid a ese zorro. Han de decirle a Herodes y ellos han de tomar nota: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada.” Él y ellos, también los discípulos han de entender que sólo le importa la voluntad del Padre y que nada y tampoco nadie, va a apartarle de llevarla a cabo. Su determinación es firme. La secuencia de días, hoy y mañana, está referida a la misión: libera y sana. El tercer día apunta a su muerte y resurrección, cuando la obra que ha iniciado mediante el anuncio del reino, queda consumada: todas las cosas las hace nuevas. Se trata de la nueva creación.

Por eso lo que a continuación dice: “es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.”, revela que toda su existencia es una profecía en cumplimiento. Está anunciando lo que ha de suceder pronto y cómo la humanidad nueva en él y por él creada, significa la efectiva reunión de los hijos dispersos. Ellos no han querido que eso ocurra, pero él, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, entrega su vida para que acontezca la humanidad nuevamente creada y por él congregada.

Un anuncio no querido por ellos es hecho por Jesús: “vuestra casa va a ser abandonada”. Defendida con tanto empeño por ellos sin caer en la cuenta que el lugar de la presencia de Dios se ha desplazado y ahora se encuentra en Jesús, el Hijo amado del Padre, que ha sido enviado por el Padre para revelar todo el amor definitivo de Dios en favor de toda la humanidad.

¿Cómo acogemos la Palabra que salva?

¿Qué respuesta damos a esta Palabra?

¿Cómo la proclamamos en medio de este mundo necesitado de su luz?

Fr. Antonio Bueno Espinar O.P.
Convento de Santa Cruz la Real (Granada)