Fue compañero de Santo Tomás de Aquino en París y enseñó con él en las escuelas Dominicas de Colonia. Se dedicaba a la predicación y a la pacificación, de manera que fue solicitado por los políticos de su tiempo, incluso el Papa. Fue uno de los misioneros del grupo que se dedicó a la evangelización de Hungría.
Presbítero
Ambrosio nació en Siena (Toscana, Italia) en 1221 y entró muy joven en la Orden, siendo condiscípulo de santo Tomás en París y profesor en Colonia con san Alberto Magno. Fue a la vez sabio y sencillo y ejerció el ministerio de la predicación junto con su trabajo de catedrático, haciendo todo con gran perfección, y trabajando intensamente por la paz.
Murió repentinamente en Siena el día 20 de marzo de 1287, según se cree, a consecuencia del ímpetu con que predicó un sermón contra la usura. Su cuerpo se venera en la iglesia de Santo Domingo. Su culto fue confirmado en 1622.