Jesús escucha una conversación dónde se están haciendo ciertas valoraciones y se introduce en ella con una sentencia: “Esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida”. Seguro que hubo miradas de sorpresa entre ellos y naturalmente le harían preguntas: ¿Cuándo, cómo será? ¿Cuáles serán los signos? Jesús no les da respuesta exacta, si intenta dirigirles hacia cuestiones verdaderas y esenciales. Según el texto podemos señalar dos. Intentemos nosotros descubrirlas hoy.
Ésta es la 1ª afirmación de Jesús: “Miren en no dejarse engañar por falsos profetas”. No vivan distraídos, estén atentos, porque encontraran muchas ofertar que les pueden hacer dudar. No corran tras ellas, enfréntelas, porque nos llegarán muchos falsos salvadores que pueden hacernos herrar el camino.
La 2ª “No se asusten, que el miedo no les paralice” Solos, no podemos, dejemos que el Espíritu de Dios nos conduzca. Sabemos que el mal existe, que a veces es lo más fácil y vistoso, intentemos preguntarnos por lo esencial. Es tiempo de vivir en esperanza, del saber permanecer, es nuestro tiempo viviendo la espera del Señor Jesús
La enseñanza de Jesús es siempre actual. Hoy para nosotros también. Vivamos el discernimiento, virtud nada fácil de practicar pero imprescindible ante la realidad que nos está tocando vivir. Que ella nos ayude a descubrir por dónde anda el Espíritu de Jesús y los “espíritus del mal” hoy. Que sepamos “leer los signos de los tiempos” Que ilumine los caminos por dónde nos invita a transitar, con la seguridad inquebrantable que aunque no le veamos, ni le sintamos, Jesús sigue caminando en medio de nuestra humanidad y haciendo “Historia de Salvación” en ella.