11/11/24

EVANGELIO MARTES 12-11-2024 SAN LUCAS 17, 7-10 XXXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
“Enseguida ven y ponte a la mesa”?
¿No le diréis más bien:
“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

                                               Es palabra del Señor

REFLEXION

Jesús está hablándoles a sus discípulos a cerca de los temas relevantes en el seguimiento: la conducta inapropiada lleva al escándalo en los más débiles en la fe, las faltas de fe que se dan en el camino y lo central en el ser cristiano es el servicio. Con esta parábola Jesús trata de que el discipulado entienda la profundidad que tiene el ir configurándose en medio del camino con el «Siervo de Yavhé» que entrega la vida por amor. En la mente humana aparecen otra serie de aspiraciones que son contrarias al seguimiento, así, lo muestran los discípulos: «Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante» (Mc 9,35); «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda» (Mc 10,37). Y, la respuesta de Jesús, es la de la humildad y el servicio.

Ante la dureza del trasfondo de la parábola: «¿tenéis que estar agradecidos por que ha hecho lo que tenía que hacer?», se nos muestra que se trata de normalizar el papel que tiene aquella persona que quiere vivir una vida de relación interpersonal con Dios. Seguimos a un Dios que ha tomado la decisión de subir a Jerusalén, por tanto, entregar la vida. Para que otros adquieran la Vida. El puesto que corresponde en el seguimiento es «donación», gratuidad, humanización de la vida de los demás, entendido desde la clave que tú quieras vivir como llamado a implantar el Reino de Dios aquí en esta realidad concreta.

Aparece así la conciencia de ser «siervo inútil» no como un desprecio sino como posicionarse ante la vida en clave de servicio. Hacer lo que tenía que hacer sin más. Si Jesús, que es mi Maestro, ha entregado la vida, yo quiero seguir el ejemplo a pesar de mi limitación humana. Cada vez que me mueve el amor a entregarme, a donarme, a dejar la piel en lo que hago desde la clave de configurarme con Cristo, me humanizo y humanizo la vida de los demás. Por tanto, no se entendería en clave negativa la vida del discipulado: «siervo» sino en una clave que lleva consigo todo un proceso de discernimiento y maduración en la fe, me hago amigo, alguien que se ha configurado con Cristo. Una exigencia de vida que opta por el amor en cada momento. Un centrarme en lo que es realmente importante: «nadie tiene amor más grande que el que da la vida». El seguimiento adquiere la profundidad de aquel que libremente te llama a seguirlo, y en ese servicio, aunque aparentemente, no se reciba la recompensa esperada, se realiza por el amor libre que se tributa a Dios y es lo que te mueve a entregar tu vida libremente en aras del Reino de Dios.

Fray Juan Manuel Martínez Corral O.P.
Real Convento de Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife)