21/5/23

EVANGELIO LUNES 22-05-2023 SAN JUAN 16, 29-33 SEPTIMA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

                                             Es palabra de Dios

REFLEXION

Diversos temas toca el evangelio de hoy. En un principio, parece que los apóstoles, en su intento de conocer más de cerca a Jesús y seguirle, están contentos porque creen que van entendiendo quién es Jesús y todo lo que les dice, “ahora sí que hablas claro… por ello creemos que saliste de Dios”.

Pero el mismo Jesús rebaja su opinión. “¿Ahora creéis?”. Si creyeran de verdad que Jesús además de ser hombre es también el Hijo de Dios, serían siempre fieles a su amistad, aceptarían su verdad y no le rechazarían. Pero Jesús les indica que van a ser capaces de abandonarle y dejarle solo, podemos añadir, en los momentos difíciles de su pasión. “Está para llegar la hora… en que a  mí me dejéis solo”.

A pesar de ello, Jesús les da la buena noticia, de que él nunca va a estar solo, porque “el Padre está conmigo”. Y también les anima, porque a pesar de todo y de sus deficiencias y de las luchas que van a tener en el mundo, encontrarán la paz en él. Y por eso, les sucederá lo mismo que a él: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo”.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

20/5/23

DOMINGO SEPTIMO DE PASCUA : LA ASCENCION DEL SEÑOR

 





Todos los seres humanos tenemos y sentimos “nostalgia del cielo”; aspiramos a estar en la gloria, a vivir en la gloria. Así lo expresamos en las mejores ocasiones cuando decimos: “esto es la gloria”.

La Fiesta de la Ascensión del Señor expresa la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza humana de Jesús, como contrapunto a la humillación padecida en la condena y la muerte en la cruz. Jesús acaba su vida en la tierra y vuelve al Padre. Desde su Resurrección y Ascensión al cielo, los cristianos conocemos nuestra meta final: estar donde está Jesús.

Ante la partida del Maestro, los discípulos no se entristecen. Su alegría se explica porque Jesús les dejó un don: la promesa del Espíritu Santo; y una tarea: ser sus testigos hasta los confines del mundo. Además, aquella despedida fue muy diferente a otras. El Señor Jesús mientras se marchaba les bendecía. Se fue de este mundo con los brazos abiertos, como los tuvo en la cruz, bendiciendo a la humanidad y abriendo definitivamente la senda y las puertas del cielo a todos.

Fr. Juan Carlos Cordero de la Hera O.P.
Convento de Ntra. Sra. de Atocha (Madrid)

LECTURAS DOMINGO 21 DE MAYO : SEPTIMO DOMINGO DE PASCUA

 

Primera Lectura

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseño desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?».Les dijo:«No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y “hasta el confín de la tierra”».Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».

                                   Es palabra de Dios

Salmo

Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9 R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos, batid palmas,aclamad a Dios con gritos de júbilo;porque el Señor altísimo es terrible,emperador de toda la tierra. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;el Señor, al son de trompetas:tocad para Dios, tocad;tocad para nuestro Rey, tocad. R/.

Porque Dios es el rey del mundo:tocad con maestría.Dios reina sobre las naciones,Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23

Hermanos:El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro.Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

                                          Es palabra de Dios

EVANGELIO DOMINGO 21-05-2023 SAN MATEO 28, 16-20 SEPTIMO DOMINGO DE PASCUA





 En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.

Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
                     
                                       Es palabra de Dios

REFLEXION

 El evangelio de este día es el final del evangelio de Mateo y se quiere poner de manifiesto lo que Lucas ya nos ha expresado con la presentación de la «Ascensión»: es el momento de los discípulos, de sus seguidores, que tienen que llevar el evangelio allí donde Jesús no pudo ir: a todo el mundo. Desde lo alto de un monte, con todo el simbolismo que esto tiene en la Biblia, Jesús les otorga a los suyos un poder comunicador de salvación y de gracia.

 El bautismo en su nombre, será por otra parte, el sacramento de iniciación de los que quieran llevar una vida nueva en este mundo. Mateo ya había elegido un monte para la enseñanza de Jesús que ha pasado a la historia como el «sermón de la montaña» (Mt 5-7). Con ello se quería ir más allá del monte Sinaí y de la ley del Antiguo Testamento, la ley del la Alianza. Para culminar la teología de una Alianza nueva dada en una enseñanza nueva, ahora Mateo, en Galilea, nos presenta al Resucitado corroborando, con un nuevo poder, lo que ya les había trasmitido en el sermón de la montaña.

 Mas no podemos menos de resaltar que a la promesa de hacer discípulos en todo el mundo (aquí el evangelio de Mateo se hace absolutamente universalista), corresponde la promesa del mismo Jesús de estar con los suyos siempre. Muchos autores resaltan con razón que aquí se retoma el significado de “Emmanuel” (Dios con nosotros) como cumplimiento de la profecía de Is 7 y del anuncio a José (Mt. 1,23). Como el nombre que recibió fue Jesús, no concretamente “Emmanuel”, y Jesús significa “Dios salva”, quiere decir que la promesa se cumple porque la salvación de Dios con la humanidad no tendrá límites. Y esto, prometido al final, como Señor resucitado que tiene todo el poder, en el “monte”, es de una importancia teológica irrepetible.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

19/5/23

EVANGELIO SABADO 20-05-2023 SAN JUAN 16, 23b-28 SEXTA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

                                        Es palabra de Dios

REFLEXION

Considerando que la teología de Juan es paulina en su base, la cita de 1Cor con que hemos concluido el comentario anterior posibilita conectar este con el pasaje del evangelio de hoy en su inicio, esto es, el que “si pedís algo al Padre en unión mía, os lo dará”.

Si, pues, teológicamente Juan desarrolla a Pablo, el “todo es vuestro” de 1Cor se explaya en un alentador “pedid, y recibiréis” en el evangelio según Juan. La fundamentación de esta aseveración tan poderosa se encuentra en la afirmación de una doble unidad simultánea que sostiene Juan, a saber, la unidad Cristo-discípulos y la unidad Cristo-Dios.

En relación a la unidad Cristo-discípulos, aquel “vosotros sois de Cristo” de 1Cor se transforma, en Juan, en: “vosotros me queréis y creéis”, lo que conviene a la idea de “en unión mía”, traducción más apropiada que “en mi nombre” según nota el exégeta Juan Mateos.

Lo que posibilita tal unión es el Espíritu del Resucitado, cuyo envío presupone aquella salida de Jesús de este mundo que se anuncia al final del pasaje, anuncio que da a la liturgia de hoy un sentido de preludio de la Ascensión que celebraremos mañana.

Por su parte, la unidad Cristo-Dios, concebida en 1Cor en términos de pertenencia - “Cristo es de Dios” -, se amplifica en Juan hasta la equiparación e incluso identificación del Resucitado con Dios: “Yo y el Padre somos uno” (Jn 10,30), aunque en el pasaje de hoy se matiza esa identificación en un tono más subordinacionista.

No siendo del mundo, pero estando en el mundo (cf. Jn 17), es menester el retorno al Padre. Y, así, cerrando el círculo, la vuelta de Jesús al Padre con quien está unido hace posible concebir a aquellos que están unidos a Cristo en el Espíritu - “los que me has dado, que estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria” (Jn 17,24) – como perteneciendo al mismo Padre, de modo que “todo lo que el Padre me da, vendrá a mí…. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. …. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día final. (Jn 6, 37a.38.40).

El pasaje del evangelio de hoy, fundamenta, de este modo, la oración de petición a Dios en la máxima confianza de su cumplimiento; pero la cuestión suscitada aquí es qué más podemos desear o pedir que participar de la misma resurrección y gloria de Jesús, al que pertenecemos; y es que, al fin, “todo es nuestro, nosotros de Cristo, y Cristo de Dios”. De Dios nacimos al mundo y a Él renacemos por Cristo en el Espíritu del Resucitado, para la vida eterna. Entonces, “nuestra alegría será, en verdad, completa”.

Fr. Ángel Romo Fraile
La Virgen del Camino (León)

18/5/23

EVANGELIO VIERNES 19-05-2023 SAN JUAN 16, 20-23a SEXTA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

                                Es palabra de Dios

REFLEXION

En este fragmento del Evangelio de San Juan Jesús anuncia a los discípulos que los sufrimientos llegarán y algunos entregarán la vida por su compromiso con el Reino. Habla de tristeza y alegría, de momentos de luces y sombras, normal para los discípulos, también para los cristianos que vivimos en el siglo XXI, ya que la evangelización no fue fácil para los discípulos y tampoco lo es en los tiempos actuales, pero al igual que ellos no debemos desfallecer, la esperanza es lo último que se pierde.

También hace un símil de la mujer que ha dado a luz, ya que después del parto se olvida del dolor, pues es más grande la alegría de haber traído un niño al mundo, que lo que ha sufrido durante la espera. Sin embargo esta alegría desaparece en comparación con la alegría del amor eterno de Dios, una alegría tan grande que nadie la puede quitar. Dios está cerca y nunca nos abandona.

El Evangelio de San Juan dice mucho sobre el amor de Dios por nosotros. Amar es dar, es estar con y para la persona que amamos. Es la exigencia y el distintivo más característico del discípulo de Cristo.

Jesús antes de partir nos anuncia un nuevo mandamiento. Tenemos que amarnos unos a otros. Y este amor debe notarse; será la señal por la que reconocerán a sus discípulos. Si se aman, son de Jesús; si no se aman, aunque hagan maravillas Jesús no está allí. El modelo y la causa de este amor lo tenemos en el mismo amor que Cristo tuvo y tiene por nosotros.

Tanto es así que el amor no es un mandamiento más. Es “su” mandamiento. Si hay una cosa que no puede faltar a un discípulo y que de alguna manera resume las demás es el amor. Debe ser hasta dar la vida, prueba máxima de amor. Como Jesús. Él lo predijo y lo cumplió.

Por eso podemos decir que todo el testamento de Jesús a los suyos se resume en el amor. No nos manda más que una cosa: amarnos. El amor lo encierra todo. Es la plenitud de la Ley.

Los cristianos que se aman, se comprometen, caminan y viven en la unidad. La unidad es el gran deseo del Señor para los suyos, el urgente programa para que los hombres puedan creer. No suprime diferencias, no iguala. Somos distintos, a veces muy distintos, pero juntos, en el amor, edificamos, con nuestras diferencias, la Iglesia del Señor. Si fuésemos iguales no podríamos dar ni recibir nada. En este dar y recibir está la vida y el progreso de la Iglesia. Mi vida salta a los demás y la suya me inunda. Nuestras diferencias son unidad enriquecedora si se viven en el amor y el compromiso con el Reino de Dios.

A la vista de este programa podemos preguntarnos: ¿qué imagen damos los cristianos en el mundo? A veces nos lamentamos de que el mundo pierde la fe. ¿No será porque nos mostramos divididos y sin amor? Un cristianismo donde sus miembros se critican y atacan sin amor no es de Cristo. No merece la pena vivirlo.

¿Cuál es tu compromiso como cristiano/a en tu Comunidad? ¿Eres de los que lo critican todo y no hacen nada? ¿Cómo pienso evangelizar en esta Pascua de 2023?

Dña. Montserrat Palet Dalmases
Fraternidad Laical de Santo Domingo (Barcelona)

17/5/23

CAMPAÑA DEL SOBRE PARA REPARACION SALA DE ACCION SOCIAL

 





           En reunión realizada recientemente, el Consejo Parroquial acordó iniciar una campaña economica para poder financiar lo que será la reparación de la sala donde se reune y realiza sus actividades el servicio de acción social de nuestra parroquia.
           Nuestro párroco el P. Luis Chavez solicitó a los diferentes servicios y movimientos de la parroquia, poner el máximo de empeño para poder salir adelante y lograr reparar estas salas que tanto necesita el servicio de acción social.
           Toda la comunidad parroquial estamos llamados a contribuir economicamente para poder lograr el objetivo programado.

EVANGELIO JUEVES 18-05-2023 SAN JUAN 16, 16-20 SEXTA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

                         Es palabra de Dios

REFLEXION

Hay que reconocer que algunas palabras que, San Juan, pone en boca de Jesús, resultan desconcertantes tanto para los discípulos como para nosotros. Por ejemplo, a María, su madre, en las bodas de Caná la dejó perpleja, cuando le dijo que no era su hora. Lo mismo les dijo, en cierto momento, a sus discípulos que no era su hora, que no había llegado su hora, y en otro momento les dijo que había llegado su hora. Yo me pregunto ¿Qué finalidad tiene San Juan al recordarlas y escribirlas? Nosotros, ahora, las podemos entender y comprender a la luz de la resurrección, pero para los apóstoles, eran lógicas sus reacciones.

Las palabras del Evangelio de hoy nos expresan las discusiones, las inquietudes y la problemática de los discípulos, ante las palabras de Jesús. Me veis ahora, dentro de poco no veréis…Tristeza y alegría. Habla del contraste entre unos y otros. A mí no me extraña la reacción de sus discípulos. Ciertamente lo entendieron después de la Resurrección.

Nosotros, hoy, sabiendo y creyendo que Jesús resucitó podemos comprender este mensaje. Nos recuerda las dificultades que tenían y tenemos, para creer de verdad en la Resurrección. El sentido de su muerte, alegría para unos, tristeza para otros. El que siga vivo y presente sin presencia física. El soplo del Espíritu que les infundió y nos dejó, nos da fuerza para afirmar su presencia en medio de nosotros y su glorificación por el Padre.

Para los que comprendemos esto, nuestra vida se llena de alegría, pues nuestra vida tiene sentido, hay esperanza. Los que no crean o no comprendan su vida y su glorificación, estarán sin sentido, es decir tristes.

Sigamos preparándonos para, de nuevo, sentir la fuerza del Espíritu y así, sigamos dando sentido a nuestra vida, un sentido alegre y festivo, aunque cada vez tengamos más dificultades. El Espíritu del Resucitado fue lo que provocó el de los discípulos: ilusión, esperanza, alegría y valentía.

Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P.
Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)

16/5/23

EVANGELIO MIERCOLES 17-05-2023 SAN JUAN 16, 12-15 SEXTA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

                         Es palabra de Dios

REFLEXION

Un buen vino necesita tiempo de preparación, necesita de manos expertas que sepan cómo llevarlo a su máximo exponente. En una cocina quien manda debe prestar atención a quien prepara, a quien tiene en las manos los ingredientes necesarios, saber que va a seguir los pasos correctamente para elaborar un buen manjar, no sólo cumpliendo órdenes sino sabiendo poner pasión en lo que hace.

Quien realiza una obra de arte necesita los materiales de mejor calidad para poder llevar a cabo el proceso de creación, pero si, a pesar de tener los mejores materiales, no pone toda su creatividad en acción, la obra de arte puede quedarse únicamente en obra y no ser arte.

Jesús preparó bien a los Apóstoles, pero también supo cuando parar y dejar al Espíritu su tarea encaminada. Cuando nos dan mucha información en poco tiempo, es bastante probable que se nos escapen muchos datos y dejemos atrás cuestiones importantes, por eso es necesario, como para el buen vino, para un buen plato, para una bella obra de arte, un tiempo de reflexión, de dejar reposar lo recibido y colocarlo bien, no sólo en la mente, sino en el corazón y así poderlo transmitir con mayor riqueza.

Dejemos que el Espíritu nos llene de su sabiduría y nos guie hasta la verdad plena.

¿Vives en la sociedad del todo ahora? ¿Sabes mantener la calma ante las situaciones que vives y sacar de cada una de ellas las enseñanzas que te ayuden a crecer? ¿Necesitas una respuesta rápida ante las dificultades que se presentan o buscas el tiempo y el espacio necesario para buscar la respuesta adecuada?

Hna. Macu Becerra O.P.Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia

15/5/23

EVANGELIO MARTES 16-05-2023 SAN JUAN 16, 5-11 SEXTA SEMANA DE PASCUA

 




En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

                                     Es palabra de Dios

REFLEXION

Los primeros versículos del evangelio de hoy reflejan la tristeza de los discípulos ante el anuncio que Jesús les ha hecho de su separación. Jesús se va y los discípulos sienten que con él se van sus sueños, sus esperanzas.

Pero Jesús insiste en que les conviene su marcha al Padre porque así les podrá enviar el Espíritu. Jesús compensa la tristeza que deja su ausencia en los discípulos con esta promesa del Espíritu Consolador.

Este Espíritu nos llevará descubrir la verdad sobre Jesús, sobre los auténticos culpables de tantas injusticias y desgracias. Paráclito significa abogado, y es el que sacará a la luz la realidad. El Espíritu enseña a discernir el bien del mal, saca a la luz la culpa del mundo. Toda la miseria que el mundo trata de ocultar sale a la luz gracias a la acción del Espíritu en nuestros corazones. Y también muestra el juicio, porque Dios ya ha sentenciado a los poderes del mal, ya los ha condenado, aunque parezcan victoriosos frente a nuestra fragilidad.

El mundo, que pensaba haber juzgado a Jesús condenándolo, ahora es condenado por el “príncipe de este mundo”, porque es el responsable de su crucifixión. Jesús fue ejecutado por culpa de las fuerzas del mal, pero el Espíritu garantiza que la causa de Jesús y el Reino son legítimas.

El Espíritu señala la frontera entre la gracia y el pecado, entre la fe y la incredulidad, entre los dominios del reino de Dios y los dominios del anti-reino. Pero sobre todo está en el mundo para testificar el triunfo de Dios sobre el mal.

Sor Cristina Tobaruela O. P.
Monasterio de las Dueñas (Salamanca)