24/8/23

EVANGELIO VIERNES 25-08-2023 SAN MATEO 22, 34-40 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».

Él le dijo:
«”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.

Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

                                                    Es palabra de Dios

REFLEXION

Fariseos y saduceos, las dos sectas dominantes del pueblo judío, buscan como deshacerse de Jesús y las trampas que le tienden son continuas. La pregunta proveniente de un experto en la Ley, es una provocación buscando que Jesús diga alguna inconveniencia y tener un apoyo en la maldad que quieren cometer contra él.

No parecen espabilar: Jesús les ha dejado en ridículo con el pago de los impuestos al Cesar romano; han recibido un buen varapalo en la parábola de los invitados a la boda; ha hecho callar a los saduceos con el tema de la resurrección de los muertos. Y ahora preguntan por el mandamiento más importante de la Ley.

La respuesta de Jesús es obvia e inmediata: no podía ser otra que pregonar que es el amor incondicional y completo a Dios el primer y, tal vez pudiéramos decir, único mandamiento, pues todos los demás están en él fundados. Ya el mismo nos ha dicho que el amor a Dios solamente se puede realizar a través del amor al prójimo. (Mt, 10).

La Ley judía ha ido amontonando precepto sobre precepto hasta superar los seiscientos y el amor a Dios se ha ido quedando pequeño, semioculto, enterrado entre tanta hojarasca y el amor al prójimo se oculta sin problemas porque es más exigente y pide disponibilidad hacia los demás y eso es algo que los “importantes” tratamos de olvidar.

El amor al prójimo nos exige hacernos presentes con ellos y en ellos, y eso, a nosotros, los puros, los cristianos de siempre, nos cuesta demasiado porque implica desprendernos de nuestra acomodada y tranquila situación, trastocar nuestras ideas, para acercarnos a los más pobres, a los afectados por alguna tara o enfermedad. A los prójimos ricos, cultos e importantes no tenemos problemas si están cercanos, pero los pobres huelen mal, con frecuencia a vino barato, y tratamos de separarnos de ellos.

Y Jesús nos da una buena reprimenda, si queremos escucharle: El amor a ese prójimo despreciado es semejante al amor a Dios.

Amemos a Dios sobre todas las cosas, pero no olvidemos que el amor a Dios está unido indisolublemente al amor al prójimo, sin que podamos elegir o discriminar quien pueda ser nuestro prójimo.

¿Seremos capaces de encontrar a Dios y al prójimo en nuestro vecino o en ese mendigo o inmigrante que estamos viendo amontonado con otros prójimos iguales en una patera?

D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)

23/8/23

24 DE AGOSTO : FIESTA DE SAN BARTOLOME

 





Fue uno de los Apóstoles de Jesús, es mencionado en los tres evangelios sinópticos, siempre en compañía de Felipe. Su martirio y muerte se atribuyen a Astiages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio a quien San Bartolomé había convertido al cristianismo

Las fiestas de los apóstoles revisten gran importancia en la liturgia y en el sentir del pueblo cristiano. La existencia, misión y martirio del apóstol (de todo apóstol) es lo que recordamos y veneramos, aunque en concreto sepamos poco de la vida de San Bartolomé.

Con toda probabilidad —aunque hay que recordar que ha habido opiniones divergentes— se trata de la misma persona que en los Evangelios es conocida con dos nombres, entonces cosa corriente. Natanael sería el nombre personal (jn 1, 45-50; 21, 2) y Bartolomé el apellido, sobrenombre o patronímico, cuyos elementos son aramaicos: Bar-Talmai, hijo de Talmai (Mt 10, 3; Mc 3, 18; Le 16, 14; Hch 1, 13). (Como ocurre con Simón Bar-Jona). Bajo dos nombres diferentes es siempre el mismo hombre, el mismo discípulo, el mismo apóstol.

Los evangelistas sólo nombran a Bartolomé en la lista de los apóstoles, que creemos identificado con el Natanael que nace en Caná de Galilea y que el apóstol Felipe presenta a Jesús. […]

Misión Evangelizadora

Según la tradición, más o menos consistente, después de la Ascensión del Señor, a Bartolomé se le atribuyen largos viajes en misión predicando el Evangelio en la India, tal vez también en Frigia y Armenia, etc. En el siglo II, Panteno, fundador de la Escuela Catequética de Alejandría, en un viaje por el Oriente descubre el apostolado de San Bartolomé; y trae como recuerdo del apóstol, un ejemplar en arameo del primer Evangelio, el Evangelio de Mateo.

San Bartolomé confirma con su vida apostólica el cumplimiento de las palabras de Jesús: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación, El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea, se condenará”. (Mc 16, 15-16), como dice Mateo: «Id y haced discípulos a todos los pueblos (28, 19). De este modo, Bartolomé encara el camino y el futuro entre diáspora y cercanía, entre universalidad y amistad, entre palabra y gesto, entre esperanza y riesgo.
Por y con la experiencia de la Resurrección del Señor, los apóstoles son hechos testigos de la fe y misioneros de la buena noticia, aventureros de la mejor ventura. Bartolomé, con la misma franqueza con la que aparece en el diálogo-alabanza con Jesús, debió lanzarse por los caminos del mundo anunciando a su 'Rey de Israel» que es el Resucitado, esto es, que lo imposible es posible, corno la fe esperanzada y amorosa, esperanzante y amante, será creer lo increíble, esperar lo inesperado y amar a aquellos que son considerados menos amables.

Misión evangelizadora también para nosotros o cómo ser narración de la vida de Dios, del Dios-Amor para el mundo. Ésta es siempre la cuestión y el reto. La invitación: Jesús proclama e interpela a la mente. Tras resucitar, su proclama se toma vivencia e interpela a la vida. Y se hace experiencia y misión de amor contagioso y vivificador. El compromiso: cómo lograr que nuestra vida sea una visibilidad llamativa, testimonial, del amor operativo de Dios. […]

Martirio por el Evangelio

No está claro el género de martirio que sufrió San Bartolomé: ¿crucifixión, decapitación, desollamiento? Pero sí que su vida y apostolado fueron coronados por el martirio.

Los apóstoles recibieron de Jesucristo la misión de ser testigos «en Jerusalén, en toda la Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra» (Hch 1, 8), para que todos los hombres y los pueblos «encuentren en la Iglesia el sacramento de la salvación» (oración colecta). El ministerio apostólico es testimonial y martirial.

Ser testigo fiel abre las puertas al martirio, pues es prueba de un Dios que no abandona nunca a su pueblo, del Jesús pastor que no deja el rebaño ante la dificultad, de un Dios Amor que prueba cada día el amor, dando la vida por los amigos, por el mundo. Mártir es aquel que vive en sintonía existencial con Cristo vivo, que pone a Cristo y a su Reino como núcleo central de su vida. La muerte violenta es el coronamiento de su vida. […]

La misión evangelizadora lleva inherente el paso por la cruz, la proclama de que uno solo es el Señor, contra idolatrías e idólatras; la proclamación de la paternidad de Dios y de la fraternidad universal, contra atropellos e injusticias, marginación y exclusión, lleva también a exponerse a la pasión y muerte y a dejarse la piel en el empeño. El arte se ha complacido en pintar vivamente el martirio de San Bartolomé, simbolizándolo con una piel de desollado sobre el brazo y con el cuchillo del verdugo. Despojarse y «despellejarse». El apóstol se sacrifica por los demás y así consagra su vida. Se expropia a favor del otro y de los otros, a causa del Señor Jesús y como él, y por este «vía crucis» llega a la corona de la gloria. […]

Dejarse la piel será siempre una expresión de elocuente y generosa dedicación al trabajo, a la familia, a la misión. Cosa bien distinta significará quitar la piel a alguien o desollarle vivo. Así como, a causa de la tradición del desollamiento, a San Bartolomé se le atribuye el patrocinio sobre las enfermedades de la piel y sobre algunas profesiones emparentadas con su especial martirio, bien podría interceder para que el amor fraterno de palabra y de obra pase siempre por dejarse la piel en la entrega y nunca por quitarla a nadie.

Tras diversas peripecias, las reliquias habrían arribado a Roma, donde se las venera en la isla del Tíber. Vicisitudes y peripecias que no deben distraernos de lo fundamental: su mejor reliquia es su vida y su muerte, hechas evangelio. Para ello, en la liturgia latina celebramos su recuerdo festivo el 24 de agosto.

Bartomeu Bennássar

Texto tomado de: Martínez Puche, José A. (director),

EVANGELIO JUEVES 24-08-2023 SAN JUAN 1, 45-51 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

                                     Es palabra de Dios

REFLEXION

Los relatos vocacionales que aparecen en el Nuevo Testamento nos hablan de encuentros que transforman la vida de aquellas personas que se encuentran con Jesús de Nazaret. En esta fiesta del apóstol san Bartolomé, sucede igual. Cambio radical, que lo vemos incluso en el nombre. De Natanael a Bartolomé.

Vemos que en el dialogo que aparece en el texto sagrado va evolucionando el discurso en clave vocacional. Felipe comienza a dar un testimonio de un encuentro interpersonal con la figura de Jesús. Hemos encontrado al esperado del pueblo: «Al Mesías». La duda rápidamente salta en el corazón de Natanael. En un contexto en el que surgen dudas, hay conflictos, enfrentamientos, dolencias… Se hace cuesta arriba ver que la mano de Dios sigue actuando. Por eso, se lanza la invitación: «Ven y verás». No pierdes nada por comprobarlo por ti mismo.

Este Mesías, que es el Enmanuel: «Dios con Nosotros», ha tocado la realidad humana y conoce la situación de su pueblo. No es desconocido el contexto vital en el que se mueve y tampoco los interrogantes que puedan saltar en el interior de su corazón. Jesús conoce el latido de los corazones de sus gentes.

Aprovecha para lanzar un elogio a Bartolomé: «Ahí tenéis una persona sin dobleces». No hay engaño en él. El Maestro hace una radiografía del interior de la persona, porque conoce. Tiene una mirada de compasión sobre el ser humano. La realidad humana no le es desconocida. Jesús sabe a quién llama al seguimiento. A ser portavoz del mensaje de salvación a toda la humanidad.

La transformación sigue en el encuentro con Jesús. El Nazareno le expresa que lo conoce, que sabe de él. Como tan bellamente lo expresa la experiencia del profeta Jeremías: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones» (Jer 1,5). Frente al sueño que el Señor tiene pensado para cada uno de nosotros, el vértigo que podemos sentir es grande, sin embargo, es mayor la gracia de Jesús que llama y cualifica para el seguimiento.

Y de esa experiencia de sentir toda tu vida bajo la mirada compasiva de Jesús, llega la profesión de fe. Solo ese amor y esa gracia que transforma tu vida por completo pueden venir del Mesías, del Hijo del Dios vivo, y así también, brota la confianza en la respuesta de dejarlo todo por seguirlo.

En la fiesta de san Bartolomé se nos invita a que también en un momento de intimidad con Jesús, pasemos toda nuestra vida bajo la mirada compasiva de Jesús. Solo así, descubriremos la gracia y el amor con el que nos desborda y nos llevará también a reconocerlo como el tesoro de nuestra vida. Y, de ese modo, podremos salir a anunciarlo al mundo entero sin temor ninguno.

Fray Juan Manuel Martínez Corral O.P.
Real Convento de Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife)

22/8/23

23 DE AGOSTO : SANTA ROSA DE LIMA

 





Laica dominica, mística, primera santa de América. Desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Amante de la soledad dedica gran parte del tiempo a la contemplación.

 Santa Rosa de Lima fue celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio, ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Siente profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, por ello decide, en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica. Amante de la soledad dedica gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración . Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.

Santa Rosa de Lima arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".

FUENTE : DOMINICOS


EVANGELIO MIERCOLES 23-08-2023 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido”.

Ellos fueron.

Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.

Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
"¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.

Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.

Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña”.

Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.

Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.

Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos».

                                             Es palabra de Dios

REFLEXION

En el evangelio de hoy, Mateo, quiere iluminar el corazón de su comunidad recordándoles que el mensaje, la Buena Nueva de Jesús, se sitúa en otro plano, el plano de la gratuidad.

En el capítulo anterior, capítulo 9, Jesús le dice al joven rico que venda todo y le siga. A continuación Pedro le dice al Maestro:”nosotros que lo hemos dejado todo… Qué tendremos? Jesús les responde:” Hay primeros que serán últimos y últimos que serán primeros” .Los criterios de Dios no son nuestros criterios humanos. Él, es donación en plenitud.

La Palabra nos habla de la necesidad de compartir sin límites, no con los criterios de justicia humana, sino, desde el amor que mueve las entrañas y nos conduce a la acción. Recordemos que en el libro de los Hechos de los Apóstoles nos da pistas cuando dicen:” lo poseían todo en común y se distribuía a cada uno según su necesidad.

Creo, desde mi pequeñez, que, los criterios de Dios no son capitalistas, son misericordiosos, dignifican y promueven una sociedad fraterna, que comparte y denuncia la brecha entre ricos y pobres, como lo hizo Jesús de Nazaret.

Hna. María del Mar Revuelta Álvarez
Dominica de la Anunciata

21/8/23

22 DE AGOSTO : FIESTA DE SANTA MARIA REINA

 





Fiesta litúrgica instituida por el Papa Pío XII en 1954 al coronar a la Virgen en la Basílica de Santa María la Mayor, Roma (Italia), el 11 de Octubre de 1954

 Dios te salve, Reina y Madre... Reina de los ángeles, Reina de los patriarcas, Reina de los profetas, Reina de los apóstoles, Reina de los mártires, Reina de los que viven su fe, Reina de los que se conservan castos, Reina de todos los santos, Reina concebida sin pecado original, Reina elevada al cielo, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz...

María quiso ser Virgen. Y Dios aceptó su deseo y la enriqueció con la maternidad divina, sin perder la virginidad. María nunca pensó en ser Reina. Pero Dios la colocó por encima de todos los coros celestiales, y los hombres de todos los siglos la aclaman como «Reina y Madre» en la «Salve». Y en la letanía lauretana, el título de Reina es la más reiterada proclamación.

Las letanías de la Virgen dejan de ser invocaciones suplicantes para hacerse en el cielo clamores de triunfo. Madre del Salvador, Virgen Poderosa, Espejo de justicia, Rosa mística... Resuena el Avemaría. ¡Dios te salve, llena de gracia...! El final se ha suprimido para siempre, porque en la gloria ya no hay «pecadores, y «la hora de la muerte» pasó ya.

Dios Padre recibe a su hija. Dios Espíritu Santo acoge a su esposa. Dios Hijo dice: «Ven Madre mía. Niño era, y me alimentabas y vestías... Tuve hambre y me diste de comer. Sed, y la apagaste. Después vinieron treinta años de vida oculta en Nazaret, la vida pública, la Cruz... Para ti, como para mí, no faltaron penalidades para así entrar en la gloria del Padre». […]

Éxtasis de humildad en apoteosis de triunfo

Ahora se entreabre el cielo... Los desterrados de la tierra perciben a lo lejos la sinfonía suavísima de un rumor que se hace imponente. Enajenada de amor y gratitud a María, la Iglesia peregrina y crucificada se agrega jubilosa al coro de la gloria. Llena de ilusión y esperanza, exclama: «Los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, en ti confiamos... Muéstranos a Jesús después de este destierro... Ruega por nosotros,..

Cesan los cánticos y la Virgen tararea rebosando gratitud estrofas de su himno predilecto: «Glorifica mi alma al Señor y salta de gozo mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque hizo en mí cosas grandes el Todopoderoso». Es el éxtasis de la humildad en la apoteosis del triunfo.

Después de este destierro, muéstranos a Jesús

Jesús subió al cielo el día de la Ascensión, María es elevada a la gloria en su Asunción. Nosotros entraremos también el día de nuestro triunfo. Pensamos muy poco en esta recompensa eterna. El Evangelio para algunos es un quitalegrías. Acervo de múltiples prohibiciones que hipotecan la libertad.

Muchos más bríos sentiríamos al pensar en la felicidad futura para conformarnos con la voluntad de Dios Padre... Miremos no sólo el camino, sino la meta final. La ruta es pedregosa y empinada, pero el fin es esplendoroso. «Poco durará la batalla, pero el fin es eterno... Allí todo se nos hará poco lo que se ha padecido, o nonada en comparación de lo que se goza» (Santa Teresa).

»Canta y camina» (San Agustín). En el cielo está preparado tu trono. La palma está a punto. Un poco de paciencia todavía... Llegaremos al tránsito definitivo como hemos llegado al fin de tal año, que nos parecía tan largo. Salvaremos la última etapa como tantas otras dejadas atrás...

Pasará la gran tribulación de la tierra (cf. Ap 7, 14), Este mundo de dolores y muerte dará paso a un universo nuevo. «Nuevos cielos, nueva tierra» (2P 3, 13), en que Dios «será Todo en todos» (cf. 1Co 15, 28).

Canta mientras caminas, mirando a María... 'Hoy, la Virgen Inmaculada, limpia de todo afecto de tierra, llena de pensamientos de cielo, no volvió a la tierra. Siendo ya un cielo animado aquí, es llevada a los celestiales tabernáculos... ¿Cómo iba a morir aquélla de la que nació la Vida para todos? ¿Cómo iba a corromperse el cuerpo que albergó la Vida? Cristo, Verdad y Vida, dijo: Donde yo estoy, allí estará mi servidor. Luego, con mayor razón, la Virgen tenía que estar donde él estuviese" (San ,luan Damasceno).

La fiesta de María Reina fue instituida por el papa Pío XII. La reforma del Calendario Romano de Pablo VI decidió que se celebrara, con rango de memoria obligatoria, el 22 de agosto, octava de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos.

Tomás Morales, S. J.

Texto tomado de: Martínez Puche, José A. (director),

EVANGELIO MARTES 22-08-2023 SAN MATEO 19, 23-30 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».

Al oírlo, los discípulos dijeron espantados:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:
«Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».

Entonces dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».

Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».

                                            Es palabra de Dios

REFLEXION

Igual el cambio es entre vivir del Espíritu y vivir de la carne, habitados por el Espíritu llamados a vivir en profundidad que son los criterios del evangelio.  Y el fruto: creadores de paz, de bien, de fraternidad, de comunión. Un ciento por uno sorprendente pero inequívoco.

"Si tu quieres ser mi amigo anda y vende lo que tienes. Y ya libre ven conmigo. Yo te ofrezco mucho más" dice una canción....

Un aspecto que hemos olvidado muchas veces en este texto es que el dejar todo no implica exclusiva o preferentemente dejar los bienes o la familia… es hacer lo que hizo María, vaciarse de uno mismo, para darse a los demás, para entregarse sin reservas a los demás y así descubrir que ese vaciamiento interior es llenado por Dios cien veces más y vivir una vida eterna ya aquí entre nosotros: ser felices en nuestra vida, sean cuales sean las circunstancias que nos toque vivir, pero llenos de Dios, como María.

Una homilía atribuida a San Bernardo dice: “pero para que no haya una permuta inútil al dejar todo por aquél, que está sobre todas las cosas, al mismo tiempo lo dejamos todo y cuando le abrazamos él mismo será todo para aquellos que todo lo dejaron por él. Dije absolutamente todas las cosas, no sólo lo que posees sino también tus deseos y éstos principalmente. Más dañan los deseos mundanos que el mismo mundo. Animo, ya que te dispones a dejar todas las cosas, acuérdate de contar entre lo que has de dejar a ti; es más, principalmente niégate a ti mismo. Descárgate de ese gran peso, descarga la piedra de molino, ese enorme peso…”

Miremos una vez más a María. La corona de la Virgen tiene doce estrellas, recuerdo de las doce tribus de Israel, son, también símbolo de la Iglesia, edificada sobre los doce apóstoles.

María nunca pensó en ser Reina pero Dios la colocó por encima de todos los coros celestiales…Reina de los apóstoles. Y en la Salve, Reina y Madre.

None Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio de Santo Domingo (Segovia)

20/8/23

21 DE AGOSTO : SAN PIO X

 





Fue el papa 257º de la Iglesia católica entre 1903 y 1914. Introdujo grandes reformas en la liturgia y facilitó la participación del pueblo en la celebración eucarística. Promovió mucho el estudio del catecismo y ordenó la confección del Código de Derecho Canónico

 [De nombre José Melchor Sarto, fue ordenado sacerdote en 1858, y consagrado obispo de Mantua en 1884. El 12 de junio de 1893 es nombrado cardenal y trasladado al patriarcado de Venecia.]

Papa

Cuando murió el papa León XIII, en julio de 1913, después de un largo pontificado, Sarto era un cardenal modesto, sin especial significado dentro del colegio cardenalicio y nadie -y menos él- pensaba o hablaba de él como futuro papa. Pero tenía mejor fama de lo que él sospechaba, y aunque al principio el cónclave pareció dirigirse a la elección del cardenal Rampolla, no faltaron algunos votos por Sarto, que él se tomó con buen humor.

El vuelco del cónclave se produjo cuando el cardenal Puzyna, en nombre del emperador Francisco José I de Austria, interpuso veto a la elección de Rampolla. La reacción de los cardenales no fue la de apoyar al vetado, sino que empezaron a pensar en otro candidato, sin que se consolidase el que hasta entonces venía detrás de Rampolla. Poco a poco los votos se fueron sumando a Sarto y éste se encontró con la posibilidad real de que iban a elegirlo papa. Sano lloró y pidió que pensaran en otro: no se sentía preparado para tal carga, dado el concepto humilde que tenía de sí mismo. Y esta humildad, que se puso de manifiesto en la sinceridad con que rechazaba el pontificado, sirvió para que finalmente los votos necesarios confluyeran en él. El 4 de agosto de 1903 se producía la elección. Sarto respondía: Acepto el papado como una cruz. Y tomó el nombre de Pío X en honor a los papas que, con el nombre de Pío, desde la revolución francesa tanto habían sufrido por la Iglesia. Tomó como lema: Instaurar todas las cosas en Cristo. Y dejó claro el programa de su pontificado en la encíclica E supremi apostolatus Cathedra, del 4 de octubre de 1903.

A veces se resume el pontificado de San Pío X aludiendo a su ruptura con Francia y a su ataque al llamado modernismo. Y no es justo. Porque es cierto que en aras de la independencia de la Iglesia se mantuvo firme con la República francesa y ésta se orientó a un laicismo tremendo que hizo padecer mucho a la Iglesia y como resultado del cual la Iglesia perdió para siempre su influencia sobre la sociedad francesa. Y es cierto que, viendo en el modernismo un resumen de todas las herejías, lo combatió de forma implacable, pero San Pío X fue un verdadero pastor y un gran reformador de la vida católica, a la que llamó a nuevos impulsos, a proponerse nuevas metas y saber estar en medio de una sociedad que renegaba de Dios de forma tan clara.

Sobre la sede de Pedro brillaron en San Pío X todas las virtudes que ya había practicado en la parroquia y en la diócesis, pero ahora el candelero era más alto y su luz se difundía más ampliamente. Tenía una fidelidad heroica a los principios y pensaba en la Iglesia sobre todo a partir de su misión atemporal, que debe ejercer lo mismo en los tiempos favorables que en los de tribulación, y creía firmemente que la Iglesia tiene de suyo recursos morales y culturales como para bastarle su propia tradición sin tener que acudir a préstamos del mundo moderno. EI papa hacía gala de una fortaleza moral que recordaba la de los mártires. Y creyó en conciencia que el depósito mismo de la fe era puesto en peligro gravísimo por el modernismo, y de ahí su reacción, una reacción brotada del más estricto sentido del deber.

San Pío X reformó muchas cosas, sin tener miedo de qué cosas necesitasen reforma. Y así modificó la curia romana dándole una nueva estructura. Igualmente introdujo reformas en el calendario, en el breviario y en otros aspectos de la liturgia. Promulgó normas sobre la edad, más temprana de la primera comunión de los niños y sobre la comunión frecuente, que alejaron de la Iglesia los restos del jansenismo. Impulsó la música sacra, recuperando para ella el sentido religioso y alejando los modos profanos que se habían introducido. Dio a la parroquia la principalidad que tiene en el fomento de la vida cristiana. Con ayuda de monseñor Casparri, el futuro cardenal, Pío X acometió la codificación del derecho canónico, aunque moriría sin haber podido promulgar el código, cosa que haría su sucesor Benedicto XV. Formó una comisión para promover los estudios bíblicos, cuya primera tarea era la revisión del texto de la Vulgata y en 1909 fundó el Pontificio Instituto Bíblico, encomendado a la Compañía de Jesús. Dio diferentes y oportunas normas sobre el catecismo y se publicó uno con su nombre.

[… ] Pío X vio venir la Primera Guerra Mundial y se dio cuenta de los horrores que iba a significar y de su inutilidad para solventar los problemas sociales y políticos de su tiempo, e hizo los esfuerzos que estaban a su alcance para impedir la guerra. Sobre su apoyo a Austria circulan versiones contradictorias, una de ellas, la de que se negó a bendecir al ejército austriaco, diciendo que él bendecía la paz y no la guerra. Ciertamente el 2 de agosto de 1914 lanzó un llamamiento manifestando su dolor personal ante la inminencia del conflicto y solicitó de los católicos sus más fervorosas oraciones por la causa de la paz.

Se dice que la declaración de la guerra arruinó definitivamente la salud del papa. Se sintió ante ella sumamente triste y dolorido. Una bronquitis le condujo a la muerte el día 20 de agosto de 1914.

Glorificación

Pío X gozó en vida de gran fama de santidad. Todos los que lo trataron estuvieron de acuerdo en que la conciencia del papa era inmaculada, su bondad no tenía límites, su humildad era sincera, su pobreza voluntaria la había llevado adelante incluso en el papado, no beneficiándose en riada de la nueva situación. No quiso tener consigo a sus hermanas en el palacio apostólico, sino que les buscó una casita en Roma, y les pasó una modesta pensión. En su testamento simplemente las encomienda a la caridad de su sucesor. Se negó a que su familia fuera ennoblecida ni llevaran sus parientes títulos pontificios, diciendo que ellos eran simplemente los familiares del papa. Todos exaltan su caridad sin límites, pues no podía enterarse de una necesidad sin intentar en seguida remediarla, desprendiéndose de todo lo suyo con enorme facilidad y viviendo por ello siempre en carencia de fondos. Hospitales y casas de beneficencia romanos aprendieron bien la eficaz y generosa caridad del papa. Había aprendido a vivir de la forma más austera. Había sido un alma de continua oración y diálogo con el Señor y había dado un alto ejemplo de servicio desinteresado y generoso a la Iglesia.

Millones de fieles veían en Pío X al hombre santo que había acertado con la renovación espiritual de la Iglesia. Sus normas prácticas sobre confesión y comunión, sobre primeras comuniones, sobre las misas dominicales y la música, su catecismo, su impulso a la Acción católica, a la caridad con los pobres y otras muchas cosas habían dejado en los fieles la sensación de haber tenido al frente de la Iglesia a un verdadero santo.

La introducción de su causa de beatificación tuvo lugar el año 1923 y en su proceso se estudió cuanto había hecho y dicho, quedando clara su buena fe y voluntad y su unión con Dios. Por ello, aprobados dos milagros, fue beatificado en 1951, procediéndose a su canonización el 29 de mayo de 1954. Era el primer papa canonizado después de San Pío V. Su cuerpo reposa ahora debajo del altar de la capilla de la Presentación en la basílica vaticana, donde puede ser visitado y venerado por los fieles.

José Luis Repetto Betes

Texto tomado de: Martínez Puche, José A. (director),

EVANGELIO LUNES 21-08-2023 SAN MATEO 19, 16-22 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».

Jesús le contestó:
« ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó:
«¿Cuáles?».

Jesús le contestó:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El joven le dijo:
«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».

Jesús le contestó:
«Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo - y luego ven y sígueme».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.

                                   Es palabra de Dios

REFLEXION

El evangelio de hoy nos presenta el conocido pasaje del joven rico. Acude a Jesús porque le considera “Maestro”, un hombre especial, alguien que sabe más que los demás, y puede aclararle una duda clave que tiene sobre el punto más importante de su existencia: “Maestro, ¿qué  tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?”. Y Jesús le da la respuesta que vale para cualquier hombre: “Guarda los mandamientos”.

Pero este joven, que siempre ha cumplido los mandamientos, busca algo más para él. Y Jesús que se da cuenta del buen deseo de este joven, le da la respuesta que buscaba: “Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo”. Jesús le propone seguirle a Él, por el camino de la pobreza y el desprendimiento, dejando sus riquezas.

Ante esta disyuntiva, el joven decide quedarse con las riquezas, pero podemos destacar que “se fue triste”, porque sabía que con las riquezas, poniendo su corazón en las riquezas, no iba a conseguir lo que buscaba: obtener la vida eterna, que podemos traducir por lograr ser feliz. 

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

19/8/23

DOMINGO 20-08-2023 XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 





La Universalidad de la salvación

Para Israel, era impensable que los extranjeros pudiesen formar parte del pueblo elegido, pero la 1ª Lectura anuncia el deseo de Dios de que todos participen de la salvación. A los extranjeros los traeré a mi monte santo, los llenaré de júbilo en mi casa de oración. Se amplían los horizontes. Es el gran anuncio de la universalidad de la salvación. Ante este gran anuncio, el Profeta exhorta a guardar el derecho y a practicar la justicia.

Todos están necesitados de la misericordia de Dios 

San Pablo dirá que tanto judíos como gentiles están necesitados de la misericordia de Dios. La buena noticia del evangelio está abierta a todos. El Apóstol tiene la experiencia de que los gentiles han respondido a la salvación que Cristo ha venido a ofrecer, y abriga la esperanza de que la apertura de los gentiles sea estímulo para que también los judíos puedan participar de la buena noticia. Dios no deja a nadie al margen de la salvación.

Qué grande es tu fe

En el evangelio, la actitud de Jesús hacia la mujer cananea puede parecer, inicialmente, una actitud dura e incluso despectiva. La mentalidad judía consideraba que el pan de los "hijos" (los judíos) no debía darse a los "perros" (los paganos). El pan hacía referencia a las promesas y bendiciones de Dios. No obstante, la mujer cananea, con gran audacia, con toda la fuerza de su amor maternal y con toda la esperanza puesta en Jesús, suplica que su hija sea curada: Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Cuando Jesús aduce que no estaría bien dar el pan de los hijos a los perros, la mujer afirma: Cierto, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de los amos.

Esta actitud dará paso a una incondicional acogida por parte de Jesús, manifestándole: Mujer, qué grande es tu fe. Que se cumpla lo que deseas. El evangelio anuncia que, con Jesús, se produce un gran cambio: el fin del exclusivismo religioso para abrir el horizonte de la salvación a todos.

Fr. Pascual Notari Almela O.P.
Convento de Santa Cruz la Real (Granada)