23/9/23

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

 





La parábola de los obreros de la viña nos invita a reflexionar una vez más sobre el Reino de los Cielos o Reino de Dios donde muestra que lo esencial de la vida cristiana radica en descubrir la novedad de la llamada que Dios ha realizado y lo sigue haciendo en la vida de cada persona, lo hace en distintos momentos de la vida. Los que hemos acogido la llamada desde la infancia o juventud debemos mirar con generosidad el plan de Dios que consiste integrar a los últimos o aquellos que no cuentan.

El volver a Dios (metanoia) según la invitación del profeta Isaías (Is 55, 6-9) implica disponer el corazón para rastrear la presencia de Dios que está cerca de nosotros, y nos otorga su gracia para que siempre lo hallemos.

El Dios de Jesucristo nos llama a cada uno de nosotros a trabajar en su viña. No importa el tiempo ni las circunstancias en la que hemos recibido, sino que debemos estar agradecidos por trabajar en ella.

Fr. Pedro Morel Benítez O.P.
Casa San José. Buenos Aires (Argentina)