12/1/24

EVANGELIO SABADO 13-01-2024 SAN MARCOS 2, 13-17 PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del mar; toda la gente acudía a él y les enseñaba.
Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice:
«Sígueme».
Se levantó y lo siguió.
Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían.
Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos:
«¿Por qué come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y les dijo:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores».

                  Es palabra de Dios

REFLEXION

Jesús, el Hijo de Dios, viene a nuestra tierra a regalarnos un gran tesoro. A través de su amistad nos ofrece su verdad. La verdad que nos indica cómo hemos de vivir, y la verdad de que nuestra vida, después de los años terrenos, va a desembocar en la resurrección a una vida de total felicidad.  

Y es claro que Jesús ofrece su estupendo tesoro a todos los hombres. No excluye a nadie. Se lo ofrece también, como nos indica el evangelio de hoy, a los recaudadores que defraudan y a otra gente de mala fama. Los oficialmente buenos se escandalizan de que Jesús se mezcle y hasta coma con esa gente de mal vivir. La respuesta de Jesús es bien clara: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.

Haciendo una interpretación amplia de la respuesta de Jesús, podemos afirmar que vino solo para los pecadores y no para los justos… lo que equivale a decir que vino para todos, porque justos no hay ninguno: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Todos somos pecadores y todos somos liberados y salvados por Jesús.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)