Es palabra de Dios
REFLEXION
En el discurso que nos relata San Mateo se predice una hostilidad injustificada a la que tendrán que enfrentarse los testigos del evangelio: desconfianzas, traiciones, infamias… son los únicos argumentos en boca de quienes no tienen razón.
Por otra parte Jesús instruye sobre las virtudes que han de caracterizar la conducta de los que quieren ser suyos: sencillez, prudencia, actuar con la sencillez de un niño y la valentía de un adulto. Así nadie podrá acusarnos en nada. Frente a la astucia, habilidad, política, que hacen triunfar a los expertos de este mundo, Jesús encomienda a los suyos la sencillez transparente de una conducta intachable.
“El Espíritu hablará por vosotros”. “El rico habla bien de sus riquezas y Dios habla bien de Dios”. Quien está poseído del espíritu de Dios necesariamente ha de hablar bien de Dios, porque a través de sus obras es el mismo Espíritu quien habla
Esteban hacía prodigios en el pueblo, estaba lleno del Espíritu Santo y nadie podía resistir a la sabiduría y espíritu con que hablaba. La causa del Evangelio necesita más testigos que abogados; y más santos que doctores en teología.