La oración colecta del día de hoy me parece un comentario precioso del Evangelio de Lucas y además recoge la mejor petición que podemos hacer en este día: “Tú que has transformado a la Virgen Inmaculada, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu divinidad, concédenos, siguiendo su ejemplo, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón”. Vemos a la Virgen romper sus planes, plantearse algo completamente diferente a lo soñado por Ella, y hacerlo con humildad de corazón. Vemos a María convertida en templo de la divinidad, y sin embargo Ella se proclama a sí misma “la esclava del Señor”. ¿Qué podemos aprender hoy de este ejemplo maravilloso? A decir en cada momento y circunstancia de nuestra vida “HAGASE EN MÍ”. Es fácil escribirlo, pero qué lucha tan grande se puede entablar en nuestro corazón cada vez que tenemos que rendirnos y decir “hágase”. Puede parecer fácil decirlo cuando el ángel está presente, cuando tenemos certeza de que eso o aquello es voluntad de Dios; pero cuando el ángel se va, ¿entonces qué? Entonces es el momento de aprender de María esa docilidad del corazón, esa humildad de corazón, esa sencillez y aceptación total. “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. ¿Pongo en Dios la confianza cuando me encuentro en medio de la prueba y la dificultad? ¿Me cuesta doblegar mi voluntad a la de Dios? ¿Qué hago cuando me doy cuenta de que Dios me pide algo diferente? ¿Cómo puedo llevar a mi vida esto de aceptar los designios de Dios con humildad de corazón? |