Es palabra de Dios
REFLEXION
El evangelio de hoy nos relata el nacimiento de Juan el Bautista y el nombre a ponerle en su circuncisión a los ocho días. En nuestra sociedad, el nombre que nos imponen de pequeños no tiene gran importancia. Pero para la sociedad de entonces el nombre era muy importante. Tenía mucho que ver con la vida de esa nueva criatura, con lo que iba a ser. A Moisés, que fue salvado de morir ahogado, le llamaron Moisés porque significa “salvado de las aguas”. A Jesús le llamó su madre Jesús porque significa “el que salva”, “el salvador”. A Juan le querían llamar Zacarías como a su padre, entre otras cosas para que siguiese ejerciendo el servicio sacerdotal en el Templo judío, como su padre… Pero su madre se opuso y le llamaron Juan. Juan significa “Dios es propicio”, “Dios se ha apiadado”, “Dios es misericordia”. Juan fue escogido por Dios para ser el precursor, el presentador de su Hijo Jesús. Y en su nombre lleva el mensaje, la noticia que ha de difundir. Su misión, al señalarnos a Jesús, es la de decirnos que Dios está de nuestra parte porque Dios se muestra propicio a nosotros y no está en contra de nosotros, porque Dios se apiada siempre de nosotros y nunca nos condena, porque Dios derrama siempre con nosotros su misericordia, su ternura y nunca su estricta justicia y su estricto castigo. Se llamará Juan. “Dios es propicio”, “Dios se ha apiadado”, “Dios es misericordia”.