26/12/23

EVANGELIO MIERCOLES 27-12-2023 SAN JUAN 20, 1a, 2-8 0CTAVA DE NAVIDAD

 





El primer día de la semana, María la Magdalena echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

                            Es palabra de Dios

REFLEXION

En el Evangelio de hoy se narra la Resurrección, el momento en que María Magdalena va al sepulcro donde han puesto el cuerpo de Jesús, y lo encuentra vacío. Imaginemos el momento tan impactante para María, ¿qué sentiría en su corazón? Una mezcla de sorpresa, miedo, angustia, esperanza…un millón de pensamientos se agolparían en su mente, la reacción más inmediata fue salir corriendo y anunciar a los apóstoles lo que había pasado. Recordemos que Jesús había anunciado previamente que tras su Pasión, resucitaría, sólo que sus discípulos no entendían qué quería decir con eso de “resucitar”, hasta que encuentran  el sepulcro vacío. Imaginemos a Pedro y a Juan mientras corrían, pensarían ¿será verdad aquello que nos dijo? ¿es posible? Seguramente recordarían todo lo que Jesús anunciaba sobre su muerte y Resurrección, y comenzaron a creer ya de camino al sepulcro. Por eso al llegar y encontrarlo vacío, finalmente creen: Jesús ha resucitado.

¿Cómo se manifiesta en ti la Resurrección de Cristo? ¿Has sentido el paso de la muerte a la vida en algún momento concreto? Todos, absolutamente todos, hemos tenido esa experiencia de estar sumidos en lo profundo del abismo, en el pecado que nos esclaviza, en una situación muy dolorosa en que no veíamos la luz, y justo ahí, hemos sentido que Cristo nos cogía de la mano y nos impulsaba hacia arriba, hacia la esperanza, hacia la luz verdadera que es Él mismo. Hoy, da gracias a Dios por el triunfo de la Resurrección en tu propia vida, porque el sepulcro donde se hallaban tus miedos, tus pecados, todo eso que te hiere y te mantiene atado al dolor, ese sepulcro, hoy está vacío, es Cristo quien vive en ti. Bendice y alaba por siempre al Señor por la Misericordia que ha tenido y tiene cada día contigo, ¡ánimo! No temas seguir en el combate de la fe, Cristo ya reina victorioso, ha resucitado y quiere que resucites con Él.  

Sor Mihaela María Rodríguez Vera O.P.
Monasterio de Santa Ana de Murcia