Es palabra de Dios
REFLEXION
Todos buscamos la felicidad y ¿dónde la buscamos?... si buscamos felicidad donde no está, difícilmente vamos a ser felices.
Simplificando mucho las cosas, podemos decir que las personas solo somos felices dando y recibiendo amor.
Escuchar la Palabra de Dios es dejarse guiar por la luminosidad de esta Palabra creadora, llena de cariño, de amor, que acogida nos hace ser anuncio de salud y fe, de justicia y fraternidad; es hacernos Evangelio vivo que quita injusticias y egoísmos, es proclamar con la vida que es posible un nuevo modo de vivir más alegre, más festivo, más dichoso.
Atrévete a creer en esta Palabra: dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen para entrar en el misterio amoroso y hacer de esta tierra de misterio una aventura humana con Dios al fondo.
¿Buscas la bienaventuranza, felicidad aquí y en el mundo futuro…? Mira a María como modelo, porque ella guardó, creyó y escuchó la Palabra de Dios. María es feliz, en primer lugar porque ha escuchado la Palabra de Dios, porque ha creído en ella. Ha “Concebido” la Palabra a través de la escucha y ha “Dado a luz la palabra” hecha carne.
Hoy reza: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palaba. Dios te salve María…