Es palabra de Dios
REFLEXION
Lucas en este capítulo 12, además de las muchas catequesis que Jesús explica a los que le siguen, nos presenta el reproche que Cristo hace por no saber interpretar los signos de los tiempos.
En muchas ocasiones traducimos lo que la naturaleza nos manifiesta, y sabemos buscar su significado, pero, sin embargo, no somos capaces de ver lo que el mundo nos está reclamando y permanecemos ciegos a los signos que nos transmite.
El Maestro nos está invitando a que sepamos juzgar lo que realmente es bueno y justo; nos está invitando a saber valorar la situación del mundo actual, a no mirar hacia otro lado cuando tenemos delante tanta injusticia, desigualdad, falta de empatía, sufrimientos, violencias, guerras, en definitiva, predominio del egoísmo frente al amor y defensa de la igualdad de todos los hijos de Dios.
Tenemos asumidas las desigualdades; hablamos del Norte y el Sur, del Primero y Tercer mundo, del que nos aprovechamos para expoliar sus riquezas naturales, y no somos capaces de hacer lo más mínimo, para mejorar su nivel de vida. Vemos tan natural la búsqueda de la mano de obra barata, que permite mejores beneficios empresariales, pero hacemos oídos sordos para mejorar las condiciones infrahumanas de los que trabajan. Mal pagar a los productores agrícolas y ganaderos, y, sin embargo, engordar los beneficios de los intermediarios y distribuidores.
Cristo nos invita a que aprendamos a juzgar lo que realmente es justo, que miremos con ojos bien abiertos los signos que el mundo nos está manifestando, y no dar la espalda a todos nuestros hermanos que tienen tanto derecho, como nosotros, a una vida digna.
- ¿Vemos en Jesús el motivo para dejar que lo malo domine en nosotros?
- ¿Sabemos ver las llamadas que la humanidad nos manda, o hacemos oídos sordos?
- ¿Es prioritario para nosotros luchar contra las desigualdades del mundo?