Es palabra de Dios
REFLEXION
Podíamos esperar una palabra de Jesús que agradeciera el piropo que le hacen a través de su madre. Algo que pertenece hoy también a nuestra manera de expresarnos. Pero Jesús deriva la dicha del “vientre que le llevó” a los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.
San Agustín comentando este episodio, dice que María fue la primera que escuchó la palabra de Dios y la puso en práctica. Y así, es madre de Jesús, antes de su maternidad biológica. Y apunta que esa maternidad que surge de acoger la palabra de Dios y obrar de acuerdo con ella, no solo es primero, sino más importante que la maternidad biológica.
Jesús lo que hace es señalar la virtud básica de su madre. Haber escuchado la palabra de Dios y acomodar a ella su vida. María, pues, es nuestro modelo de estar atento a lo que Dios quiere de nosotros y de ponerlo en práctica.
Aunque, como fue su caso, lo que se nos pide nos parezca imposible. Para Dios nada es imposible. Y Dios no solo nos dice lo que hemos de hacer, sino que nos da fuerzas para llevarlo a la práctica. Todos hemos de tener oídos abiertos a esa Palabra divina y decir “fiat”, hágase en mí, según tu voluntad.
¿Nos atrevemos con ello? Que no se nos olvide que solos no lo conseguiremos; con la ayuda de Dios, a través de las diversas mediaciones: oración, sacramentos, las mismas personas… que nos estimulan, sí.