24/7/24

EVANGELIO JUEVES 25-07-2024 SAN MATEO 20, 20-28 XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

                                             Es palabra del Señor


REFLEXION

En este pasaje del Evangelio de Mateo, encontramos la petición de grandeza de una madre para sus hijos, y la respuesta de Jesús, enmarcada en el servicio como única forma de grandeza y poder.

Jesús aprovecha la ocasión para enseñar a sus discípulos sobre el verdadero significado del liderazgo y la grandeza en el Reino de Dios. Contrasta el liderazgo mundano, caracterizado por la dominación y la autoridad, con el liderazgo que él propone, que se basa en el servicio y la humildad. El mayor entre ellos debe ser el servidor de todos, y el primero debe ser el último. Jesús mismo es el ejemplo, ya que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por toda la humanidad.

Este pasaje nos desafía a reconsiderar nuestras ideas sobre el poder y el liderazgo. En un mundo donde la grandeza a menudo se mide por el estatus, la riqueza y la autoridad, Jesús nos llama a un modelo radicalmente diferente. Nos invita a buscar la grandeza a través del servicio y la humildad, poniendo las necesidades de los demás por encima de las nuestras.

La enseñanza de Jesús es una llamada a la transformación personal y comunitaria. Nos anima a servir en nuestras familias, comunidades y lugares de trabajo. En lugar de buscar reconocimiento y honor, debemos buscar formas y maneras de dar la vida por los demás.

Este enfoque no solo transforma nuestras relaciones personales, sino que también tiene el poder de transformar la sociedad. Una comunidad donde todos buscan servir y apoyar a los demás, reflejará el Reino de Dios ahora, un Reino donde la verdadera grandeza se encuentra en el amor y el servicio desinteresado.

¿Soy fiel al mensaje de servicio que propone Jesús?

¿Aprendo de mis vulnerabilidades? ¿Me sirven para acercarme a Dios?

¿Con mi servicio mejoro la vida comunitaria?

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