DOMINGO 26-10-2025 TRIGESIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
En su concisa densidad la plegaria del publicano expresa la vivencia de la esperanza: «Oh Dios, compadécete de mí, pecador» (Lc 18,23). La presunción de la autosuficiencia y la desesperación, a pesar de su aparente diversidad, son en el fondo una misma negación de la esperanza, precisamente porque en ellas rehúsa el hombre reconocer la propia impotencia y el poder del amor de Dios.
En la esperanza tiene lugar la conversión radical del hombre a Dios, el salir de sí mismo (de su autosuficiencia y de su afán de seguridades intramundanas) y la entrega audaz de su existencia al misterio de la gracia de Dios en Cristo.
(Juan Alfaro: Esperanza cristiana y liberación del hombre, Herder, 1972)