Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Jesús quiere a sus seguidores con madurez para desenvolverse por la vida. Esto supone atención y requiere un cuidado de lo fundamental. A la luz del presente Evangelio se dirige a la conducta justa para con los demás.
Puede recordarse que en la Biblia y, más concretamente en el Nuevo Testamento, a la palabra se le da un sentido muy amplio, desde luego a la conexión con Dios que llamamos «religión». Pero vayamos a la justicia para con los demás que consiste en dar a cada uno lo suyo.
No cometió injusticia el dueño de la viña que pagó a todos los que trabajaron a lo largo del día el jornal ajustado (Mt 20, 13); sí eran injustos los fariseos que descuidaban obrar justamente, aunque pagaban el diezmo del comino (Mt 23, 23); recibirán castigo los agentes de la injusticia (Lc 13, 28).



