27/10/25

EVANGELIO MARTES 28-10-2025 SAN LUCAS 6, 12-19 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

                        Es palabra del Señor

REFLEXION

A Jesús lo seguía mucha gente. Algunos ocasionalmente, por sus milagros o el alivio de sus palabras, pero otros lo seguían de continuo. Entre estos, Jesús elige a Doce. Como en Israel el número Doce significaba el pueblo completo, con todas sus tribus, algunos biblistas ven, en este gesto, la voluntad de Jesús de refundar el Pueblo de Dios. ¡Y qué importante que lo hace llamando a cada uno de estos Doce por su nombre!

En realidad, resulta muy significativo el hecho de los nombres personales cobren tanta importancia en la Biblia, y especialmente en el Nuevo Testamento: el nombre de los ancestros de Jesús, el de los apóstoles que elige, el de las mujeres que lo siguen, el de distintas personas que fueron expandiendo el Evangelio en los primeros años de la Iglesia. Se señala la importancia de cada persona, con su nombre, su historia y su procedencia.

Fray Germán Pravia O.P.

Fray Germán Pravia O.P.
Casa de la Santísima Trinidad, Montevideo, Uruguay

Nací en Montevideo en 1968 y fui ordenado sacerdote en Argentina en 1993, tras una etapa misionera en barrios populares de la periferia de Buenos Aires. Desde 2011 viví en Paraguay, y conocí a los dominicos en el trabajo pastoral de sus barrios inundables, ingresando en la Orden de Predicadores en 2018. Tras el noviciado me licencié en Teología Espiritual en Comillas y me doctoré en Teología en San Esteban de Salamanca. Ahora resido en la comunidad de Montevideo, donde combino la docencia con la pastoral parroquial y el acompañamiento espiritual. Me apasionan la música, la lectura y el servicio desde el acompañamiento personal.