Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios».
Es palabra del Señor
REFLEXION
El pedido de una persona sobre un conflicto familiar brinda a Jesús lo posibilidad de cuestionarnos sobre el sentido profundo de la realidad de la vida. El teólogo Daniel Kerber comentando este pasaje decía: «Jesús toma distancia del pedido. El hermano está pidiendo que “divida”. En la enseñanza de Jesús está el “compartir”, y aprovecha la ocasión para hacer una advertencia: “estén atentos y cuídense de toda codicia, porque aun en la abundancia la vida no está asegurada por las riquezas.»
Desde el amor, el Señor, nos ayuda a re orientar la vida: ¡Despierta! De los espejismos que muchas veces embotan el corazón, de los estériles esfuerzos que nos encierran en nuestros pequeños mundos. ¿Cómo estás viviendo tu vida? ¿Qué es lo que realmente te lleva a la felicidad? ¿Qué lugar ocupa cada cosa en tu vida? ¿A qué le estas dando importancia?
Tal vez sea oportuno recordar las palabras del Papa León en la canonización de Pier Giorgio Frassati: «Para él la fe no fue una devoción privada; impulsado por la fuerza del Evangelio y la pertenencia a asociaciones eclesiales, se comprometió generosamente en la sociedad, dio su contribución en la vida política, se desgastó con ardor al servicio de los pobres.»
¡Despierta! La vida no es para almacenarla sino para compartir, para gastarla, para entregarla como lo hizo Jesús.



