Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Jesús advierte contra la hipocresía y llama a la sinceridad interior. La verdadera fe se manifiesta en coherencia entre lo que creemos y lo que hacemos. Un cristiano no es solo quien profesa palabras, sino quien vive su fe con transparencia, confiando en el cuidado amoroso de Dios incluso en las pequeñas cosas de la vida. Esta coherencia es fruto de la gracia del Espíritu Santo, que debemos pedir cada día.
Espíritu Santo, dame la gracia de vivir con coherencia mi fe, para que mi vida sea un testimonio auténtico del amor de Dios. Amén.



