12/2/25

EVANGELIO JUEVES 13-02-2025 SAN MARCOS 7, 24-30 V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro.

Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse.

Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies.

La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija.

Él le dijo:
«Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».

Pero ella replicó:
«Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños».

Él le contestó:
«Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija».

Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

                        Es palabra del Señor

REFLEXION

Hemos escuchado, reflexionado y orado muchas veces con el texto de la creación, Dios creó a todas las criaturas, incluido el ser humano, a quien puso al cargo de todo, a quien nombró cuidador y protector, hizo al ser humano para que siguiera con su obra adelante, para que su creación no se quedara en ese momento, sino que avanzara, siguiera creciendo.

Creó el cielo, la tierra, los astros, los planetas, los seres vivos, al final crea al hombre y a la mujer y lo importante de esto no es el orden, de dónde salió ninguno, sino que puso la vida a todo lo que creo, los puso en medio del mundo para que fueran desarrollando la vida, para que no se quedaran solos, sino que siguieran siendo los grandes protagonistas de su obra.

Evidentemente el lenguaje utilizado para contarnos la creación del Mundo, a través de la Biblia, hoy no se consideraría el más adecuado, si le damos el sentido más literal al relato, si lo leemos palabra por palabra y no nos fijamos en su sentido principal, Dios saca de la nada, la verdadera vida y se la regala al Mundo, y para su cuidado crea al ser humano, lo pone en medio de lo creado y le da una tarea fundamental cuidar de todo lo que acaba de llegar a la vida.

Hoy podríamos plantearnos si esa tarea que recibimos estamos cumpliéndola, está claro que no podríamos dar una respuesta positiva y en los últimos acontecimientos acaecidos en nuestro planeta queda demostrado que nos fijamos mucho más en unos términos literarios que en cuidar del Mundo que nos han regalado y que vamos destruyendo cada día un poco más.

¿Qué puedes hacer, desde tu pequeñez para cuidar nuestro Planeta? ¿Te siente responsable del cuidado de nuestra casa común? ¿A qué le das verdadera importancia?

Misericordia

Nos sentamos cómodamente en un sillón, encendemos la televisión, abrimos una app en el móvil o en la Tablet, abrimos el ordenador y buscamos las noticias principales del día, escuchamos, leemos todo lo que ha ocurrido en nuestro Mundo durante este día, casi todas las noticias son negativas, muertes, catástrofes, guerras, violencia, desacuerdo, insultos… y nos conformamos con decir, “así es la vida”.

Puede que en medio de todas ellas, en un rincón, de forma breve, casi sin darnos cuenta, un comentarista nos cuente que unas familias que lo habían perdido todo por la Dana han conseguido una casa donde vivir, unos niños que habían perdido el colegio pueden incorporarse a otro centro donde les han abierto las puertas de sus aulas, una madre dio a luz y fue atendida por varias personas que la encontraron en la calle, se han recuperado varias especies de plantas que se daban por desaparecidas, se ha anunciado el alto el fuego entre Israel y Gaza… y nos conformamos con decir, “por fin algo bueno”

Si las noticias buenas y las malas las escuchamos con el mismo entusiasmo, si no se nos mueve nada por dentro, ni con unas ni con otras, si no nos impulsa ninguna de esas noticias a buscar algo mejor para levantarnos al día siguiente y proporcionar nuestro granito de arena para hacer de nuestra sociedad un lugar mejor para vivir, es que nos hemos olvidado de la misericordia, de pasar las miserias de los otros por nuestro corazón, de vivir un segundo poniéndonos en el lugar del otro, de empatizar con el dolor o con la alegría que experimenta, habrá que pensar cómo podemos pedirle a la Inteligencia Artificial una solución para que la misericordia vuelva a estar, no sólo en nuestro vocabulario, sino también en nuestro corazón.

¿Qué te mueve el corazón? ¿Cuáles son tus emociones?

Hna. Macu Becerra O.P.
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia