En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó tomar pan y no tenían más que un pan en la barca.
Y discutían entre ellos sobre el hecho de que o tenían panes.
«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?».
Es palabra del Señor
REFLEXION
La narración parte de un hecho sin importancia: los discípulos se han olvidado de llevar pan suficiente para el grupo. Solo llevan uno. Todo ello nos da el contexto donde Jesús reprocha a sus discípulos su incapacidad para comprender el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, avisándolos, a su vez, de tener precaución ante personajes cuyo ejemplo no es el mejor camino hacia Dios: la levadura de los fariseos y de Herodes.
Ante el consejo de que tengan cuidado con la levadura de los fariseos y Herodes, los discípulos interpretan que es una alusión al poco pan que llevan consigo. Jesús les echa en cara su poca comprensión para el milagro que acaba de realizar. “¿Es que tenéis embotada la mente…es que ya no os acordáis” del milagro de la multiplicación?
Objetivo de la multiplicación de los panes y los peces
Ese milagro tenía un objetivo: alentar su fe en Jesús como Mesías de Dios, ya que al revelarles el secreto mesiánico les descubría su personalidad. Ellos no lo habían entendido así, pese a “tener ojos y oídos”, que es lo que les reprocha Jesús. Entendemos que el proceso de ir descubriendo su persona va a costarles un tiempo y, aun así, ya sabemos cómo se desarrollaron los hechos.
Cuidado con la levadura de algunos personajes
¿Qué quiere decir Jesús con lo de la levadura de los fariseos y la levadura de Herodes? La levadura es un elemento mínimo, sencillo, pero que puede hacer fermentar en bien o en mal a toda una masa de pan. La levadura en este contexto ha de entenderse en sentido simbólico: una levadura buena o mala, dentro de una comunidad, la puede enriquecer o destruir. Jesús quiere que sus discípulos eviten la levadura de los fariseos y de Herodes. Esa “levadura” es equivalente a hipocresía, legalismo, superficialidad. De todo eso quiere Jesús que se aparten sus discípulos. Por eso, comenta el Papa Francisco, los invita a reflexionar sobre la pasada multiplicación de los panes y de los peces, y los llama a tener confianza, al mismo tiempo que les recomienda la vigilancia para no contaminarse con el mal.
Concretando un poco más, esa levadura no es otra cosa que el rechazo permanente que estas figuras tuvieron hacia Jesús, hasta condenarlo al suplicio de la Cruz.
La familia dominicana recuerda hoy al Beato Angélico, fraile dominico pintor, del “quattrocento” italiano (1395-1455). Vivió, la mayor parte de sus días en el convento dominicano de San Marcos, de Florencia. Ha pasado a la historia como alguien que supo reflejar maravillosamente el mundo espiritual, a través del arte de la pintura. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982.
¿Dónde percibo, en este momento, la levadura criticada por Jesús? ¿Qué hago para que esa levadura no contamine mi vida?