En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino y según su costumbre les enseñaba.
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Es palabra del Señor
REFLEXION
Jesús, en este pasaje, nos habla de lo que él entiende por matrimonio ideal. La unión de un hombre y una mujer para siempre. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”.
Moisés permitió la separación “por vuestra terquedad”, pero al principio no fue así: “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”.