Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Es palabra del Señor
REFLEXION
En este mundo nuestro, postmoderno hasta los tuétanos, nos hemos quedados atrapados en la creencia de que todo pende y depende de nosotros. ¡Tamaña falacia! Por supuesto que tenemos parte y arte en nuestra construcción y la de los otros, pero situándonos en el lugar que verdaderamente nos corresponde: la de criaturas y no dioses, hechura de Dios. Aterrizar en esta verdad nos ahorraría y ahorraríamos múltiples sufrimientos, yermos por demás.
Nos urge recuperar y acrecentar la GRATITUD por la GRATUIDAD DE DIOS para cada uno de sus hijos.
El espíritu es quien da vida
Ceñir el sentido de la vida a lo puramente tecnológico, material, es abocarnos a castrar nuestras potencialidades como seres espirituales, reduciéndonos a seres raquíticos, enclenques que visionan la vida en blanco y negro con anteojeras, las que les ponen a los caballos en los ojos para que no se asusten y desboquen. Visión de túnel servida.
Nos apremia escuchar y que escuchen los otros: ¡Levántate! Tienes presente.