En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo,
Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del
hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías,
otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo» Jesús
le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!,
porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que
está en los cielos.
Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo
que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la
tierra quedará desatado en los cielos».
Es
palabra de Dios
REFLEXION
Mateo sitúa este pasaje en Cesarea de Filipo. Es su
marco geográfico. Hoy diríamos que su marco sociológico era el de una ciudad
pagana, donde se adoraba a varios dioses con un culto especial al emperador
Cesar. Pensando en nuestras sociedades hoy, y, sabiendo las distintas
realidades de países y culturas, bien pudieran parecerse algunas ciudades a
Cesarea de Filipos aunque se haya cambiado el nombre de los ídolos.
Jesús, ve próximo el final de su misión, ha elegido
un grupo de personas que ha ido formando, han sido testigos de su vida, sus
milagros, sus enseñanzas y, en ese contexto con fuerte sabor idolátrico Jesús
hizo unas preguntas, una pequeña encuesta.
¿Quién dicen que soy yo? ¿Qué dicen en vuestro
entorno, Qué dicen de mí, los medios de comunicación, ¿cómo me presentan? ¿Qué
dicen de mis los diferentes grupos cristianos que hay en la iglesia? ¿Qué dicen
de mi…?
¿Y vosotros, cristianos de toda la vida, que tenéis
una participación en los actos religiosos y quizá pertenecéis a algún grupo de
reflexión cristiana? ¿Quién decís que es Jesús, con qué rasgos lo
presentaríais?
Y finalmente, y porque quiere encontrarse con cada
uno de nosotros, porque quiere ayudarnos a personalizar nuestra fe, nos
pregunta también hoy:
¿Quién
es Jesús para ti?
Y
esta es la gran pregunta que te lanza Mateo a través del texto.
- Hay una respuesta desde el catecismo, una respuesta aprendida que
recitamos sin mucho esfuerzo.
- Otra respuesta más elaborada, desde lo que hemos leído y escuchado
en nuestra formación religiosa. Podríamos expresar conceptos, reformular
la fe.
- O desde “nuestro corazón” desde la voz que surge en lo más profundo
de nuestro ser. Desde nuestra experiencia de personas que cultivan la
relación con Jesús y se comprometen en vivir su mensaje.
“Intuimos
en Jesús un misterio de apertura, cercanía y proximidad a Dios que nos atrae y
nos invita a abrir nuestra existencia al Padre. A Jesús lo iremos conociendo en
la medida en que nos entreguemos a él. Solo hay un camino para ahondar en su
misterio: seguirlo” (J.A. Pagola)
La
gran respuesta de Pedro “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”
Bienaventurado Simón, responde Jesús, porque eso no procede de tu inteligencia,
sino que “te lo ha revelado mi Padre que está en los cielos”.
“Jesús
siente en su corazón una gran alegría, porque reconoce en Simón la mano del
Padre, la acción del Espíritu Santo. Reconoce que Dios Padre ha dado a Simón
una fe fiable, sobre la cual Él, Jesús, podrá edificar su Iglesia, es decir su
comunidad. Es decir, todos nosotros. Todos nosotros” (Papa Francisco).
Señor, yo creo, pero quiero pedirte hoy y todos los días de mi
vida, desde lo más profundo de mi corazón, que aumentes mi fe y me ayudes a
creer con una fe semejante a la fe de María, Madre y Maestra de todos los que
creen, por haber creído siempre con corazón humilde y generoso.
Hna. Mariví Sánchez Urrutia
Congregación de Dominicas de La Anunciata