Es
palabra del Señor
REFLEXION
Es un joven, un perfecto judío, quien se acerca
Jesús. Cumple fielmente todos los mandamientos desde niño, entra dentro de los
estándares de los fieles judíos practicantes, pero no encuentra seguridad en su
salvación final. A este joven le preocupa su propia seguridad de salvación.
Sabe que cumple todas las normas religiosas desde siempre, pero le falta
seguridad, le falta fe. Quiere “comprar” la seguridad de la salvación y puede
que esté dispuesto a pagar por ella, pero Jesús pide un precio excesivo, ¡le
pide todo!
Es realmente difícil para un rico entrar en el
reino de los cielos. No importa el nivel de su riqueza, no es necesario que sea
cuantiosa, sino que tengamos el corazón firmemente agarrado a ella y nos cueste
compartirla. Los ricos echan en el cepillo del templo grandes cantidades mientras
la pobre viuda solamente echa unos céntimos, sin embargo Jesús alabará a esta
pobre mujer porque comparte todo lo que tiene, mientras los ricos, prestos a
grandes donativos, siempre van a dar lo que les sobra, no lo que necesitan los
demás. Tienen su corazón donde está lo importante para sus vidas, y lo
importante no son los prójimos, sino los propios bienes, la propia seguridad.
Muchos tenemos una riqueza, puede que muy pequeña,
pero que nos impide ser generosos, que nos ata con esas cuerdas invisibles que
nos obligan a estar sometidos a ella. Cierto será difícil que nos salvemos por
nuestros propios medios o méritos, pero esto lo sabemos todos: no somos
nosotros los que nos salvamos, sino Dios quien nos salva. Es él quien nos
regala la salvación. Es él quien nos conduce de la mano a su reino, y lo hace
gratuitamente y solo nos pide a cambio que confiemos en él, creamos en él y
seamos felices. Si vamos asidos a la mano de Dios, si no nos soltamos,
viviremos felices porque el Reino de Dios ya estará en nosotros, y la riqueza
dejará de tener alguna importancia para nosotros y no nos costará desprendernos
de ella.
¿Estamos dispuestos a renunciar a todo, incluso a
nosotros mismos, para seguir a Jesús?
D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)