Con el Domingo de
Resurrección comienza los cincuenta días del tiempo pascual que concluye en
Pentecostés. La Octava de Pascua se trata de la primera semana de la
Cincuentena; se considera como si fuera un solo día, es decir, el júbilo del
Domingo de Pascua se prolonga ocho días seguidos.
Las lecturas
evangélicas se centran en los relatos de las apariciones del Resucitado, la
experiencia que los apóstoles tuvieron de Cristo Resucitado y que nos
transmiten fielmente. En la primera lectura iremos leyendo de modo continuo las
páginas de los Hechos de los Apóstoles.