Palabra de Dios
REFLEXION
Jesús en el texto evangélico exige que se cumpla hasta la
última tilde la ley mosaica. Jesús dará plenitud a esa ley. Lo que Jesús hace
es precisar quién es ese Dios y ese prójimo a los hay que amar. Las parábolas
del Hijo pródigo y del Buen samaritano lo precisan. Ahí está la originalidad
del mensaje de Jesús.
Hay que cumplir todos los mandamientos de la ley mosaica,
mas se ha de hacer como ejercicio de amor, no por un simple cumplir una ley a
la que se está obligado, porque alguien la impone. El Dios de Jesús no es un
simple legislador, que impone una ley a los hombres. Es un Dios Padre, que
quiere que se reconozca su amor, y se corresponda ese con amor a sus hijos.
Estos, los hijos, no son solo los miembros de “su pueblo”, los judíos, sino
todo ser humano. Y de manera especial los más necesitados, los que más exigen
de atención humana, para vivir con dignidad de hijos de Dios.
Fray Juan José de León Lastra
Convento de Santo Domingo (Oviedo)