En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Palabra de Dios
REFLEXION
Jesús se ha tomado muy en serio lo de que somos hijos de
Dios y por lo tanto hermanos unos de otros, y nos pide que nos portemos como
tales. Por eso, hoy en primer lugar insiste en lo de nuestra fraternidad,
señalándonos algunas de las actitudes contrarias a ella. No ya matar al
hermano, sino toda muestra de no amarle, como el estar peleado con él, el
llamarle imbécil, renegado… son actitudes que debemos rechazar en nuestra vida
de fraternidad.
Nadie como Cristo Jesús, en sus enseñanzas sobre el amor y
tirando del hilo de la filiación y de la fraternidad, ha destacado tanto la
unión total entre el amor a Dios y el amor al prójimo. Es claro y rotundo. No
se puede amar a Dios si no se ama al hermano. No se puede estar a bien con Dios
si se está a mal con el hermano. No se puede llevar una ofrenda al altar de
Dios y llevarse mal con un hermano. Es la lógica de Cristo, la lógica de la
filiación divina y de la fraternidad universal con todo hombre. La lógica
que hemos de vivir.
Fray Manuel Santos
Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo