Palabra de Dios
REFLEXION
¡Qué dos elementos más hermosos y necesarios para nuestro
día a día se contemplan en este pequeño fragmento del Evangelio de San
Mateo! Sal y Luz, su destino es estar siempre al servicio de los demás y
los dos han tenido mucha importancia a lo largo de la historia de la salvación.
La sal tiene una función purificadora, da sabor, conserva,
cura; es una sustancia de las más necesarias para la vida del ser humano.
La luz está hecha para romper las tinieblas y para que
todos podamos ver.
En este texto Jesús habla a la muchedumbre desde una
montaña. Acaba de proclamar un estilo de vida tan nuevo como sorprendente. Y lo
ha hecho con autoridad divina. Él es el Mesías, el Salvador. Por Él vivimos la
nueva y definitiva Alianza con Dios.
En esta perspectiva, quien dice sí con su vida a estas
enseñanzas es sal y luz. Dos imágenes de lo que Dios quiere del cristiano en el
mundo. La sal da valor y sabor a lo que toca. Para ello tiene que disolverse en
los alimentos.
La luz sirve para ver, con ella se puede caminar. Ocultarla
no tiene sentido.
Dña. Montserrat Palet Dalmases
Fraternidad Laical de Santo Domingo (Barcelona)