Es palabra del
Señor
REFLEXION
Aunque la
rutina pueda adormecernos, en cuanto nos despertamos, seguimos cayendo en la
cuenta de las maravillas que el Señor ha hecho y sigue haciendo con nosotros.
Quizás su principal maravilla hacia nosotros sea su amor. Que el Hijo de Dios
nos ame y nos siga amando es realmente algo grande y capaz de entusiasmar a
cualquiera. Pero posiblemente debemos colocar a la misma altura otra de sus maravillas,
la maravilla de su perdón, que esté dispuesto a perdonarnos siempre. Que
siempre que lo necesitemos, Jesús salga a nuestro encuentro y nos diga a cada
uno de nosotros lo mismo que al paralitico y pecador del evangelio de hoy:
“¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados”. Y ante su perdón nuestro corazón
se llena de una paz que nada ni nadie nos puede dar.
Aprovechemos
un día más, apoyándonos en este evangelio, para dar gracias al Señor por las
maravillas de su amor y su perdón. Y ya sabemos que “amor con amor se paga” y
“perdón con perdón se paga”. La misma moneda que Jesús nos regala: su amor, su
perdón, se la hemos de ofrecer a todos y cada uno de nuestros hermanos.
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)