Es palabra del Señor
REFLEXION
Cuando Jesús
llama a Mateo para que se una a su discipulado es consciente de llamar a
alguien de mala fama, no querido, despreciado, un vendido a la causa económica
de un imperio como el de Roma. Lo llama por su nombre. Pero no sólo a él. Es
una llamada común: una llamada a encontrarse entre los pecadores; los que
tienen necesidad de Dios, de verdad, de amor, y de consuelo; en definitiva, una
necesidad de quedar sano de cuanto dolor le ha llevado a vivir perdido y sin
rumbo en esta vida.
Jesús llama
fundamentalmente a este tipo de personas, porque son los que carecen de amor y
necesitan de una transformación profunda de interior. Necesitan tocar fondo, y
poner fin a su modo de vida. Necesitan otra orientación, necesitan a personas
que les hablen de una manera nueva de Dios y de la vida. Hay quienes nos ayudan
a percibir la vida con otro sentido y procuran nuevas experiencias, donde el
cambio personal se hace posible.
Muchas veces
decimos de manera muy consciente que nadie nos podrá cambiar, ya la
personalidad está forjada, sin embargo, siempre surgen los inconvenientes donde
los demás nos increpan, nos interpelan o nos corrigen porque no aceptan nuestro
modo de ser. Porque no siempre actuamos bien.
En otras
ocasiones, siempre cargamos excesivamente las espaldas de las personas con
exigencias morales que ni siquiera nosotros somos capaces de cumplir. Esto
también requiere una transformación.
De ahí que
Jesús nos sitúe en la misericordia. Todos tenemos alguna miseria. Todos tenemos
alguna necesidad de comprensión y de consuelo ante la desesperación. Por eso,
la misión de Jesús es clara: llamar a los pecadores, a las almas necesitadas de
consuelo y orientación para alcanzar una visión más positiva de Dios, y una
experiencia de fe donde la ternura esté presente en lugar de la valoración
exigente de la moral.
Oremos por
cuantos sienten la llamada de Jesús en su vida, para que no tengan miedo a sus
miserias, las encaren con valentía y se dejen consolar por la ternura de Dios.
Fray
Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio
(Valladolid)