Es
palabra del Señor
REFLEXION
El Reino de
los Cielos fue instaurado definitivamente por Jesús. Reino que se manifestará
plenamente al final de los tiempos, después de que todos sus enemigos le sean
sometidos. Será entonces cuando el Hijo entregue el Reino a su Padre
y «Dios será todo en todos»
El camino
para llegar a esta meta es largo y no admite atajos. Sí, debemos acoger,
libremente, la verdad del amor de Dios.
Dios es Amor
y es Verdad, y tanto el Amor como la Verdad no se imponen
jamás: llaman a la puerta de nuestro corazón y de nuestra mente. Y, al
abrirle la puerta, es cuando pueden entrar, infundiendo paz y
alegría sin medida. Este es el modo de reinar de Dios, este es su proyecto de
salvación.
En la
expresión "Reino de Dios" la palabra "Dios" es genitivo
subjetivo, lo que significa que Dios no es una añadidura al "reino"
de la que se podría prescindir, porque Dios es el “Sujeto” del Reino.
Reino de
Dios quiere decir: Dios reina. Él mismo está presente y es decisivo para todos
los hombres. Él es el Sujeto y donde falta este Sujeto no queda nada del
mensaje de Jesús, por lo que el Señor dice: «El Reino de Dios está en medio de
vosotros», y este Reino se desarrolla donde se realiza la voluntad de
Dios. Está presente donde hay personas que se abren a su llegada y es así como
dejan que Dios entre en el mundo.
Jesús es el
Reino de Dios en persona: el hombre en el cual Dios está en medio de
nosotros y a través del cual podemos “tocar” a Dios. “Tocamos” a Dios cuando
amamos a los hermanos.
Dios sabe de
sobra, que en nosotros existe el mal pero tiene paciencia y no quiere
intervenir cada vez que nos equivocamos, sino que nos deja un tiempo, dándonos
oportunidad para que reflexionemos y cambiemos, y para que comprendamos bien,
como nos narró en la parábola de la higuera, recalcando la actitud de Su dueño:
antes de darla definitivamente por estéril, le concedió tiempo para ver si daba
fruto.