En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como
serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán
en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa,
para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo
diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no
seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará
por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los
hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el
final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que
vuelva el Hijo del hombre».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Jesús nos
previene que lo normal es que el anuncio del reino de Dios, incluso su misma
presencia en la sociedad, nos vaya a acarrear dificultades serias, Hasta dentro
de nuestras familias podremos encontrar oposición al Evangelio. En tales
circunstancias necesitaremos practicar dos virtudes: la sagacidad y la
sencillez.
La sagacidad es
necesaria para descubrir dónde está el peligro. Hemos de pedir a Dios
inteligencia para descubrir los engaños del mal consejero y ayuda y ayuda para
protegernos de ellos. Porque frecuentemente el mal viene disfrazado bajo capa
de bien.
La sencillez es
contraria a la doblez, contraria a todo comportamiento que proclama una
intención noble y sólo sirve para esconder la injusticia, la ambición o la
vanidad Es la virtud a la que se suele llamar la pureza de
intención. Bienaventurados los limpios de corazón, dijo Jesús. Así actuaba
Él mismo: con sagacidad y un corazón limpio y sencillo.
Pidamos al
Señor poder seguirle en la práctica de estas dos virtudes.
Fr. Carlos Oloriz
Larragueta O.P.
Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)