La solemnidad
del Corpus Christi o Cuerpo de Cristo, es una celebración tradicional que
conmemora la institución de la Eucaristía, a través de la cual la Iglesia
invita a los fieles a recordar y hacer vida la presencia de Cristo. Surgió en
la Edad Media, fue traída a Chile y América por los primeros
evangelizadores españoles, se celebra el día Jueves, 60 días después del Domingo de
Resurrección y tuvo sus
orígenes en la Última Cena de Jesucristo junto a sus doce discípulos, durante
la noche del Jueves Santo. Jesucristo convirtió el pan en la representación de
su cuerpo y el vino, que representaba su sangre, invitando a sus discípulos a
que comieran y bebieran de él. Este acto precede el santo sacrificio de Jesús
en la cruz, venerando su santidad como representante de Dios en la tierra.
En el siglo XIV tendremos acontecimientos que reforzarán
dicha solemnidad, que tendría desde entonces dos actos fundamentales: la
Eucaristía y la Procesión. En el concilio de Vienne del 1311, el papa que había
trasladado la sede desde Roma a Avignon dio una serie de normas para el
cortejo que acompañaría al Señor en la procesión dentro de los templos,
indicando hasta los detalles de dónde irían las autoridades que quisieran ir en
el desfile. Años más tarde, Juan XXII introdujo la Octava del Corpus con
Exposición del Santísimo Sacramento incluida. Y será el primero de los Papas
renacentistas, Nicolás V, el primero en establecer que la Hostia Santa
saliera en procesión por las calles de Roma en la fiesta del Corpus del año
1447.
En los siglos posteriores fueron apareciendo esas obras de
arte para las Custodias -vaso sagrado donde se coloca la Hostia- y los “carros
triunfante” son obras maestras de la orfebrería religiosa, en las que el pueblo
fiel le entrega al Señor lo que considera como más valioso: el oro , la
plata, las piedras preciosas. La más famosa y valiosa es la que encargó el
cardenal Cisneros al orfebre Enrique de Arfe y que éste elaboró entre los años
1517 y 1524.. Tiene una planta hexagonal y se va elevando en columnitas
primorosamente ejecutadas, con adornos de pedrería y figurillas de ángeles,
santos, florones, campanitas y espigas. La parte central corresponde a la
custodia y es de oro puro del llevado de América por Cristóbal Colón. Esta
custodia ha salido en Toledo en la fiesta del Corpus desde el año 1595.
Universidad Católica de la Santísima Concepción