12/10/21

EVAGELIO MIERCOLES 13-10-2021 LUCAS 11, 42-46 XXVIII SEMANA TIEMPO ORDINARIO



En aquel tiempo, aquel tiempo, dijo el Señor:
«Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!».

Le replicó un maestro de la ley:
«Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros».

Y él dijo:
«¡Ay de vosotros también, maestros de la ley, que cargáis a los hombres cargas insoportables, mientras vosotros no tocáis las cargas ni con uno de vuestros dedos!».

                                                            Es palabra del Señor


REFLEXION

Estas exclamaciones de Jesús surgen ante la hipocresía de los grupos de perfectos, que se presentan como la medida y esquema válido al que todos se tienen que ajustar. Cumplen la letra de la ley, pero dejan de lado el sentir de la misma ley. Pasan por alto, dice Jesús: “el derecho y el amor de Dios”. ¿De qué les sirve esa puntualidad legal si está hueca? No sirve de nada. Por eso el ¡Ay! Ya no significan nada. Tumbas sin señal pisoteadas por todos.

Y la queja del maestro de la ley: “Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros”. Pues para ellos va la advertencia: “abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo”. Apelan a la ley, pero burlan la ley. Un problema muy común que la sabiduría popular explica: el que hizo la ley, hizo la trampa. Son preceptos humanos que se interponen entre lo señalado por Dios y lo que realmente importa. Jesús destapa lo que se esconde en esa intolerancia e intransigencia: dejan de lado el derecho y el amor de Dios. Y si esto se desconoce, la ley ya no da vida, sino que genera muerte.

Él nos precede y acompaña para que estemos situados en la forma correcta y actuemos siempre correctamente.

¿Cómo nos situamos nosotros?

¿Somos jueces implacables para las realidades humanas?

Fr. Antonio Bueno Espinar O.P.
Convento de Santa Cruz la Real (Granada)