La tradición de la
Virgen del Pilar, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se
conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente
posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles predicaban el
Evangelio. Se dice que Santiago el Mayor había desembarcado en la Península por
el puerto de Cartagena, lugar donde fundó la primera diócesis española,
predicando desde entonces por diversos territorios del país. Los documentos
dicen textualmente que Santiago, "llegó con sus nuevos discípulos a través
de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, donde está situada la ciudad de
Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre
los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales
trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para
tomar algún descanso".
En la noche del 2 de
enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro
cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena y vio
aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La
Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le
construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de
pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos
para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con
aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Desapareció la
Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del
prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y,
antes de que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno
de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de
Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia
dedicada en honor a la Virgen Santísima.
La devoción del
pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y
desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del
Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como
"una antigua y piadosa creencia". En 1438 se escribió un "Libro
de Milagros" atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento
de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el Católico dijo:
"creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad
de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado
a la Santa y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que
resplandece con innumerables y continuos milagros".
El Papa Clemente XII
señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen
del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre
los pueblos sujetos al rey católico, se celebraba la dicha de haber tenido a la
Madre de Dios en su región cuando todavía vivía en carne mortal.
Tres rasgos
peculiares que caracterizan a Ntra. Sra. del Pilar y la distinguen de otras
advocaciones marianas. El primero es que se trata de una venida extraordinaria
de la Virgen durante su vida mortal. La segunda la constituye la Columna o
Pilar que la misma Señora trajo para que sobre él se construyera la primera
capilla que, de hecho, sería el primer templo mariano de toda la Cristiandad. Y
la tercera es la vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea
(Santiago de Compostela); por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago,
han constituido los ejes fundamentales en torno a los cuales ha girado durante
siglos la espiritualidad de España.
La Basílica del
Pilar, en Zaragoza, constituye en la actualidad uno de los santuarios marianos
más importantes del mundo y recibe contínuas peregrinaciones. Ante la Virgen
han orado gentes de todas las razas, desde las más humildes, hasta los reyes y
gobernantes más poderosos, e incluso pontífices. El grandioso templo neoclásico
se levanta sobre el lugar de la aparición, conservándose la Columna de piedra
que la Virgen dejó como testimonio, un Pilar que simboliza la idea de solidez
del edificio-iglesia, el conducto que une el Cielo y la Tierra, a María como
puerta de la salvación.
El día 12 de octubre
de 1492 fue precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colón avistaban
las desconocidas tierras de América, lo que ha motivado que la Virgen del Pilar
haya sido proclamada como patrona de la Hispanidad, constituyendo el mejor
símbolo de unión entre los pueblos del viejo y nuevo continente. Su fiesta se
celebra con gran fasto en todas las naciones de habla hispana y especialmente
en la ciudad de Zaragoza, donde miles de personas venidas de todo el mundo
realizan una multitudinaria ofrenda floral a la Virgen.
FUENTE : ACI PRENSA