Es palabra del Señor
REFLEXION
Acabamos de comenzar nuestro proceso de preparación
a la celebración del acontecimiento central de nuestra fe: La Pascua.
La preparación no sólo es entrenarnos para su recuerdo, sino, es, sobre todo,
dedicar cuarenta días a descubrir las exigencias que tiene esa celebración, para
nuestro ser de creyentes en Jesús, muerto y resucitado.
En este primer sábado la liturgia nos señale el
motivo de la celebración: “Dios vino al mundo para sanar, no para
condenar” y la respuesta a ese acontecimiento. La razón que Dios se hizo
hombre para salvar a la humanidad, no para condenar. Vino a salvar a los
pecadores, es decir, a aquellos que se han aparato del amor de Dios.
Reconociendo la falta de respuesta a ese amor y disfrutando de ese amor, surge
una exigencia: la conversión. Todos somos pecadores y todos necesitamos de
sanación.
Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P.
Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)