11/8/21

EVANGELIO JUEVES 12-08-2021 MATEO 18, 21-19,1 XIX SEMANA TIEMPO ORDINARIO



En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».

Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.

El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo".

Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
"Págame lo que me debes".

El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré".

Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?".

Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

                 Es palabra de Dios

 

REFLEXION

Pedro vive a fondo la vida humana, y le hace a Jesús una pregunta que brota de la convivencia humana, y que nos atañe a todos los hombres de todas las épocas: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”. ¿Quién no se ha encontrado con un hermano que le ha ofendido? Y Jesús, al que llamamos nuestro Maestro y que se explica de maravilla, le da una respuesta que deja las cosas muy claras. Le responde con la parábola de los dos deudores. La de un deudor al que su rey le perdona una cantidad muy alta, y ese mismo deudor no es capaz de perdonar una deuda muy pequeña a uno de sus compañeros. La parábola nos muestra la consternación de los compañeros de este no perdonador y la reacción de su señor: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?

La enseñanza de Jesús es bien clara, debemos perdonar porque somos perdonados por nuestro Padre Dios, nuestro gran perdonador… A esta fuerte razón podemos añadir otra: porque no perdonar es acumular rencor en el corazón, dejar que el odio crezca en nuestro interior… algo que nos hace daño y somos nosotros los primeros perjudicados.

Cuando nos cueste perdonar al que nos ha ofendido, miremos a nuestro Dios, el lleno de misericordia, el que nos perdona siempre nuestras faltas y pecados. Y sigamos su ejemplo.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)