Lían
fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están
dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo
lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan
las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los
asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y
que la gente los llame “rabbi”.
Vosotros,
en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es vuestro maestro, y
todos vosotros sois hermanos.
Y
no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro
Padre, el del cielo.
No
os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El
primero entre vosotros será vuestro servidor.
El
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Es palabra de Dios
REFLEXION
El
texto del Evangelio de hoy es un ataque durísimo a los escribas y fariseos. Se
trata de los reproches que hacía Jesús a los dirigentes espirituales de su
pueblo. Los escribas eran los docentes de la Ley, de gran influencia en la
sociedad. Los fariseos defensores entusiastas e intransigentes de la Ley. La
Ley era intangible para ellos.
Pero
ellos no hacían lo que decían, no eran fieles a la doctrina que enseñaban y no
vivían sobrenaturalmente. La persona que hace las cosas con miras humanas para
que la vea la gente, está totalmente vacía. Nuestras actuaciones tienen que ser
sobrenaturales, deseando agradar en todo a Dios, también a nuestros hermanos.
Los
escribas y fariseos se creían superiores a todos porque creían que cumplían la
Ley a la perfección. Nosotros no tenemos que creernos superiores a los demás,
sino siervos para ayudarles en todas sus necesidades. No nos creamos por encima
de los demás porque servimos al Señor y le seguimos.
Necesitamos
purificar el corazón con la palabra de Dios, con la respuesta que se le da
desde la fe o desde la obediencia de la fe. Nos lo dice muy claro la
palabra de Dios: “el que se enaltece será humillado y el que se humilla será
enaltecido”. ¿Estamos dispuestos a ser los últimos ante los ojos de Dios y de
los hombres?
None Dominicas de Daroca
Monasterio de Nuestra Señora del Rosario – Daroca