Es palabra del Señor
REFLEXION
Jesús,
a través de este texto de Mateo, dirige un serio reproche, unas palabras muy
duras contra las actitudes que encarnan los escribas y fariseos, guías
espirituales del pueblo. Jesús habla con “indignación profética”, dice Pagola Es
el último mensaje público que Jesús pronuncia en el templo de Jerusalén, la
última semana antes de los relatos de la pasión. Jesús, que durante su
vida repite una y otra vez, con gestos y con palabras, que no ha venido a condenar
sino a salvar, no duda en advertir con dureza la enorme distancia entre el
Reino de Dios que inaugura Jesús, las claves de ese Reino, justicia, verdad,
misericordia, perdón, … y la doctrina propugnada por las autoridades
religiosas de su tiempo. Una doctrina basada en el cumplimiento exacto de
toda una legislación que llevaban ostentosamente visible. No
se trata de una amenaza, sino más bien de la exclamación acongojada de quien,
al ver transitar por un camino equivocado, dirige la última llamada vehemente
a la conversión No
es nueva en los evangelios, esta llamada de Jesús en las que muestra su
disconformidad ante las actitudes y la forma de concebir la religión que
tiene los escribas y los fariseos. ¿De
qué les acusa Jesús en este texto? ¿Cuál es su reproche? “Cerráis a los hombres el reino de los cielos” Han
mostrado a sus seguidores un camino equivocado, han puesto la seguridad de la
salvación en el cumplimiento escrupuloso de la ley y han creado obstáculos a
la acción de Dios en la historia negándose a reconocer a Jesús como la clave
de dicha historia. Es
muy importante que, a través de esta advertencia de Jesús, y con una actitud
de conversión, nos sintamos también hoy interpelados ¿qué imagen de Dios
vivimos y transmitimos, en qué camino de salvación estoy? ¿El cumplimiento
escrupuloso de la ley, el precepto del Amor?” El
cumplimiento de la ley y el precepto del Amor (1Co 13) no
son caminos excluyentes, pero sí merece una atención por nuestra parte el
discernir dónde está nuestra preocupación principal en este camino de fe. “Ay de vosotros hipócritas” Hace
referencia, en su origen, a la máscara que llevaban los actores para la
representación teatral, o a los mismos actores. Hoy expresa muy bien la
actitud con la que no es difícil encontrarnos en todos los campos de la vida
humana. Persona que finge sentimientos opuestos a los que realmente
experimenta, con el objetivo de engañar a alguien o aparentar lo que no se
es. Y
les reprocha su “afán evangelizador, su diligencia para ganar a un prosélito
para introducirlo por un camino que no conduce a la Vida, y sí a elevar el
número de los adeptos a su doctrina. Atención
evangelizadores, que somos todos los cristianos. Qué importante es ir
purificando esta imagen de Dios que cada uno, una, tenemos, para ofrecer a
los demás el Dios que Jesús nos mostró a lo largo de su vida. Señor,
te hemos encontrado muchas veces acogiendo, perdonando, curando, invitándonos
a tu seguimiento, un seguimiento en el que puede haber sufrimiento, pero
siempre destacando la misericordia y el perdón. Hoy nos sorprende el énfasis
que pones para indicarnos que hay un camino con semáforo rojo, por el que
transitan los escribas y fariseos de todos los tiempos. Líbranos de caer en
actitudes farisaicas que empobrecen la relación con los demás y con Dios.
Danos, Señor, luz para descubrir aquellos momentos o situaciones en los
que he tenido más de fariseo, farisea que de discípulo de Jesús. Te
lo pedimos por intercesión de Santa Rosa de Lima, santa dominica, cuya fiesta
celebramos hoy. Hna. Mariví Sánchez Urrutia |