Es palabra
del Señor
REFLEXION
A Jesús le salen de muy dentro, de su corazón, las
lágrimas ante Jerusalén. Muchos de sus habitantes le han rechazado. Les ha
ofrecido, su luz, su amor, el camino que lleva al sentido, les ha hablado de
Dios como el buen Padre que siempre nos ama, nos perdona y nos acoge… pero
muchos de sus habitantes le han rechazado. Han rechazado el sublime tesoro que
les ofrecía. “No reconociste el momento de mi venida”. Llora más por ellos que
por él. No van a disfrutar del tesoro que le ofrece, del gran regalo de su amor
y de su luz.
En principio, y dicho con toda humildad y por lo
tanto con toda verdad, estas palabras Jesús no nos las puede dirigir a
nosotros. Hace tiempo, cuando salió a nuestro encuentro, nos pidió que le
siguiéramos y… le hemos seguido hasta el día de hoy. Con nuestra fortaleza y
nuestras flaquezas, le hemos reconocido y le seguimos reconociendo como nuestro
Dios, como nuestra luz, como nuestro el amor de nuestra vida. Y queremos darle
gracias cada día que pasa.
Fray Manuel
Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)