Es
palabra del Señor
REFLEXION
Jesús, el atrevido, el osado, que entra en el atrio
del templo, comienza con diatribas, palabras, insultos y gestos contra los
cambistas, a expulsar a mercaderes, que lo han convertido en una “cueva de
ladrones”. Los pobres, compradores expectantes de aquel gesto profético,
debieron quedar perplejos y en su interior le aplaudirían porque nadie hasta
entonces, desde los profetas, se había atrevido a tal acción denunciadora. No
era extraño que los sacerdotes buscasen cómo deshacerse de Jesús y acabar con
Él de una vez por todas. Pero el pueblo sencillo estaba pendiente de Él,
escuchándolo.
Sí, es cierto, otros profetas habían hecho antes
tal denuncia provocativa que a las autoridades sacaba de quicio. Convertir el
templo en cueva de ladrones cuando debía ser “casa del Padre” es una tentación
que no deja de hacerse realidad en muchos lugares actuales. A veces parece más
un espacio circense que un lugar de oración, recogimiento y acción de gracias.
Templo y temple personal van muy unidos.
Ya decía el suizo Henry F. Amiel: “Tu cuerpo es
templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano; respétalo;
estúdialo, concédele sus derechos”. ¡Cuánto maltrato, cuánta muerte, de los
templos vivos de Dios se produce cada día en los demás, de una y mil formas!
Curiosamente vemos a Jesús yendo muchas veces
al Templo, en él predica y ora, pero nunca le vemos ofreciendo sacrificios ni
ofrendas. Él bien sabía que cada uno somos Templos vivos de Dios, que de vez en
cuando necesita reparación, limpieza interior, espacio para la acogida del Dios
Padre y de los demás. Él se sabe a sí mismo como Templo vivo de Dios, que un
día, por este y otros muchos gestos, destruirán y que su Padre Dios restaurará,
resucitará.
Pero la tentación sigue ahí. Convertir los templos,
el nuestro propio también, en lugar de negocio, regresando así a los rituales
del Antiguo Testamento. Debemos esforzarnos por luchar, hasta superarla, tal
tentación.
Fr. José
Antonio Solórzano Pérez O.P.
Convento de Santo Domingo (Caleruega)