Es palabra
del Señor
REFLEXION
Desde el
punto de vista teológico, es relevante que el “signo de la presencia de Dios,
la estrella, haya puesto en camino a los “buscadores de Dios”” Solo quién busca
de verdad encontrará siempre una estrella que lo va guiando hacia Él.
Hay unas
actitudes que se manifiestan en los tres personajes que aparecen en el texto.
José escucha
una voz y obedece
A los Magos
les sorprende una señal y
A Herodes,
le inquieta una pregunta que pone en peligro su poder, y decide
Puede ser un
buen momento para identificarnos con actitudes que son frecuentes en nosotros o
incorporar otras.
Tanto para
escuchar “Levántate porque Herodes quiere matar al niño” como para observar
algo distinto en el cielo y “ponerse en camino”, necesitamos cultivar un
espacio interior donde, desde el silencio y la contemplación amorosa de Dios
que habita en nosotros, podamos escuchar la voz que nos sorprende a veces
contracorriente, pero que nos invita a encontrarnos con el Dios de la Vida. Y
con Juan, en su primera cara nos anuncia que, si vivimos en la Luz, también
estaremos en comunión con los hermanos.
Hoy, cuando
el evangelio nos pone al descubierto tanta crueldad y desprecio a la vida, nos
urge a apostar por la vida. La vida de todos los niños, tantos que sufren la
muerte lenta de la desnutrición, el acoso, la violencia, el aborto, la muerte,
tantas y tantas cosas que, a nuestro alrededor, configuran una sociedad en la
que sigue habiendo perseguidores y víctimas niños y mayores. La masacre de los
inocentes está viva y continua a la largo de nuestro mundo.
Hoy el texto
nos invita a“Levantarnos”como José, a salir de nuestra vida cómoda y rutinaria
a veces, para ir en ayuda de tantos niños y personas necesitadas de nuestra
ayuda.
A
comprometernos un poco más en las causas que tratan de aliviar la vida de
otros. Niños, jóvenes, ancianos.
A mirar con
otros ojos y otro corazón a los que tienen que huir de su país y vivir en otro
que no es el suyo.
A dejar que
el Dios nos sorprenda con sus llamadas a veces poco lógicas que requieren una
atención especial para percibir su lenguaje.
A que el
corazón se haga un poco más grande en comprensión, compasión y compromiso.
Señor, no
permitas que nos instalemos y acomodemos, que nos volvamos indiferentes ante el
sufrimiento de tantos hermanos nuestros que pueden necesitarnos a través de
una palabra, una ayuda, una mirada.
¡Te lo
pedimos Señor!