2/12/21

EVANGELIO VIERNES 03-12-2021 SAN MATEO 9, 27-31 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO



En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
«Ten compasión de nosotros, hijo de David».
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
«¿Creéis que puedo hacerlo?».
Contestaron:
«Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe».
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
«¡Cuidado con que lo sepa alguien!».
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

                                          Es palabra del Señor

REFLEXION

Dar la vista a los ciegos es una de las obras que realizará el Mesias, como signo de la salvación definitiva, anunciada por los profetas (Is 29, 18ss).

Al paso de Jesús dos ciegos reaccionan, le siguen, dan gritos pidiendo misericordia. Hay que moverse para seguir a Jesús y encontrar salvación en él. Los ciegos buscan la curación que viene de Jesús, tienen fe, y por eso lo siguen, insistiendo en una súplica confiada. Los dos ciegos entran en la casa tras Jesús y se acercan a él. Jesús les pregunta sobre su fe que es confianza en el poder salvador de Jesús. Hay un diálogo que posibilita el encuentro interpersonal con Cristo: con llamada a la fe y respuesta de fe: “que os suceda conforme a vuestra fe”. Jesús pregunta: ¿Creéis que puedo hacerlo? Ellos contestaron firmemente: “Sí, Señor” y Jesús tocó sus ojos y quedaron sanos. Todo sucedió conforme a su fe.

Jesús no puede negarse cuando alguien apela a su misericordia, pero siempre exige como condición la fe. Todo milagro en la vida de Jesús es milagro de fe. Ante la creencia sincera de la persona, Jesús obra el milagro.

Los ciegos que buscan a Jesús reciben su curación porque le piden que tenga compasión de ellos. También nosotros tenemos necesidad de que Jesús cure nuestras cegueras, nuestras oscuridades, nos dé una nueva forma de mirar, e ilumine nuestra vida. Cada Adviento es un momento para buscar la luz de Dios, la luz de Jesús que ilumine las sombras y confusiones que nos surgen en la vida. Cada Adviento es tiempo para buscar a Jesús, dejarse tocar por él, pedirle que ilumine nuestras oscuridades, y su nueva luz brille en nosotros.

Sor Cristina Tobaruela O. P.
Monasterio de las Dueñas (Salamanca)