17/12/21

EVANGELIO SABADO 18-12-2021 SAN MATEO 1, 18-24 TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

 




La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

                                                   Es palabra del Señor

REFLEXION

San Mateo nos cuenta en este pasaje la Anunciación a José. Su evangelio, está dirigido a comunidades de origen judío, en las que el padre tiene un papel primordial en la aceptación social del hijo. En esta Anunciación se afirma también el origen divino de su hijo: la criatura viene del Espíritu Santo, y su misión única entre todas, que proclama ya su mismo nombre: Jesús significa Dios salva. Y José, recibe el encargo de ponerle este nombre al Niño. Era este el derecho de todo padre, que significaba que lo recibía en su familia y lo reconocía como hijo suyo.

José tuvo que pasar una dura prueba. Lo que le hizo pensar en abandonarla en secreto. Porque la madre de Jesús estaba desposada con José. Pero el ángel le dijo: no tengas reparo. La relación que existía entre María y José implicaba un compromiso matrimonial estable, Y la ley de Moisés consideraba la infidelidad de la prometida una ofensa semejante a la infidelidad de una esposa.

Pero José era un hombre Justo, es decir, deseoso de conocer y cumplir la voluntad de Dios. El ángel se la reveló. Y su obediencia es presentada aquí como modelo de justicia para todo cristiano.

Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)