Es
palabra del Señor
RREFLEXION
Estamos en
el séptimo día de la octava de Navidad, que coincide con el último día del año
2021 y por eso, cuando el apóstol san Juan nos habla de la “última hora”
aunque tenga un matiz diferente, a nosotros nos está recordando que el
año se acaba y que algún día será nuestro encuentro definitivo con el Señor.
El “tiempo
final” llegó después de la Resurrección de Jesucristo y él mismo nos anunció la
persecución: “En el mundo tendréis luchas, pero tened valor, yo he vencido al
mundo” (Jn 16, 33).
El apóstol
nos pone alerta porque unos que “salieron de entre los nuestros” quieren
ahora negar la obra de amor de Cristo, y por eso nos habla de los
“anticristos”; si bien no es para desanimarnos sino para alentarnos a
permanecer firmes en la verdad porque “estáis ungidos por el Santo, y todos
vosotros lo sabéis”.
La Palabra
se hizo carne, y acampó entre nosotros
Seguimos
escuchando al evangelista San Juan y lo paradójico de este día es que ahora nos
habla del “principio”. Nuestra vida no es una sucesión de actos que se repiten
cada día sino que está orientada a un principio y a un fin.
Siete días
después de Navidad, volvemos a proclamar en la Misa el prólogo del
evangelio de San Juan. Estamos celebrando la misma fiesta: “que la Palabra se
hizo carne” y continuamos prolongando la alegría, la profundidad, la riqueza de
este misterio, que no todos lo acogen porque la Palabra es luz y “la tiniebla
no la recibe”. Pero “a cuantos la recibieron les dio poder para ser hijos de
Dios” y esta es la Buena Noticia que no tenemos que cansarnos de predicar: “Id
y haced discípulos por todo el mundo” (Mt 28, 19).
Hoy es un
día para contemplar las bendiciones que hemos recibido durante este año y
pedir perdón por las oportunidades de gracia que hemos dejado pasar. Que este
himno nos ayude a contemplar al que tanto nos ama y nos vaya convirtiendo
en defensores de la verdad.
Monasterio
Ntra. Sra. de la Piedad - MM. Dominicas
Palencia