Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba
al pueblo el Evangelio.
Es
palabra del Señor
REFLEXION
El evangelio
es la continuación del mensaje personal del Bautista que ha recogido la
tradición sinóptica y se plasma con matices diferentes entre Mateo y Lucas.
Nuestro evangelio de hoy prescinde de la parte más determinante del mensaje del
Bautista histórico (3,7-9), en coincidencia con Mateo, y se centra en el
mensaje más humano de lo que hay que hacer. Con toda razón, el texto de los vv.
10-18 no aparece en la fuente Q de la que se han podido servir Mateo y Lucas.
Se considera tradición particular de Lucas con la que enriquece constantemente
su evangelio. No quiere decir que Lucas se lo haya inventado todo, pero en gran
parte responde, como en este caso, a su visión particular del Jesús de Nazaret
y de su cristología.
Por tanto,
podemos adelantar que Lucas quiere humanizar, con razón, el mensaje
apocalíptico del Bautista para vivirlo más cristianamente. En realidad es el
modo práctico de la vivencia del seguimiento que Lucas propone a los suyos.
Acuden al Bautista la multitud y nos pone el ejemplo, paradigmático, de los
publicanos y los soldados. Unos y otros, absolutamente al margen de los
esquemas religiosos del judaísmo. Lucas no ha podido entender a Juan el
Bautista fuera de este mensaje de la verdadera salvación de Dios. Este
cristianismo práctico, de desprendimiento, es una constate en su obra.
Nos
encontramos con la llamada a la alegría de Juan el Bautista; es una llamada
diferente, extraña, pero no menos verídica: es el gozo o la alegría del cambio.
El mensaje del Bautista, la figura despertadora del Adviento, es bien concreto:
el que tiene algo, que lo comparta con el que no tiene; el que se dedica a los
negocios, que no robe, sino que ofrezca la posibilidad de que todos los que
trabajan puedan tener lo necesario para vivir en dignidad; el soldado, que no
sea violento, ni reprima a los demás. Estos ejemplos pueden multiplicarse y
actualizarse a cada situación, profesión o modo de vivir en la sociedad. Juan
pide que se cambie el rumbo de nuestra existencia en cosas bien determinantes,
como pedimos y exigimos nosotros a los responsables el bienestar de la
sociedad. No es solamente un mensaje moralizante y de honradez, que lo es; es,
asimismo, una posibilidad de contribuir a la verdadera paz, que trae la
alegría.
Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)